Naruto - Blue Lock

Capítulo 2 - Sueño (II)

En cuanto la chica lo vio, se abalanzó sobre él con su paraguas ensangrentado, sin dudarlo un instante.

"¡Espera un momento!" Dijo Naruto mientras retrocedía para evitar su golpe. "No estoy aquí para hacerte daño. Cálmate".

Pero la chica parecía no haberle oído, ya que volvió a abalanzarse sobre él, esta vez con una estocada.

"¡Maldita sea!", maldijo. "¡Era mi única sudadera buena!".

Consiguió esquivar la puñalada, pero la punta del paraguas de la chica atrapó y desgarró un lado de su sudadera.

"¡Cálmate!", le gritó, pero la chica aprovechó su momentánea inmovilidad para golpearle verticalmente con el paraguas, con la intención de romperle el cráneo.

Harto de sus ataques, cogió el paraguas con las manos y se lo quitó de un tirón cuando ella lo volvió a blandir.

Pero la chica se aferraba con tanta fuerza al paraguas que cuando Naruto tiró de él, también la arrastró a ella, haciéndola tropezar y caer al suelo.

La chica pareció volver en sí cuando fue arrojada al suelo. Lo miró con expresión cautelosa, no con la sonrisa desquiciada que tenía antes.

"¿Por fin has recuperado el sentido?", dijo él, sonando molesto. Pero cuando pensó en cómo la chica acababa de ser asaltada por dos hombres mayores, dejó escapar un profundo suspiro. "Mira, no voy a hacerte daño. Me preocupé cuando vi que te seguían. Ya he llamado a la policía".

"Ah, gracias", dijo ella en voz baja.

"¿Qué haces en esta parte de la ciudad a estas horas?". Naruto intentó iniciar una conversación mientras esperaba a que llegara la policía.

Pero la chica no respondió. Abrazó el paraguas ahora roto contra su pecho y puso algo de distancia entre ella y Naruto, refugiándose de la lluvia bajo el alero del edificio.

Naruto supuso que debía estar en estado de shock, observando a los dos hombres inconscientes en el suelo con mirada tranquila.

A simple vista era difícil saber quién era el agresor y quién la víctima. Sólo había tardado unos minutos en llegar al lugar, pero en ese corto periodo de tiempo, la chica había golpeado duramente a aquellos hombres.

Sin embargo, dejó de pensar en ello cuando oyó que las sirenas de la policía se acercaban.

"¿Alguien puede decirme por qué me retienen aquí?". Preguntó Naruto por segunda vez en la última hora.

"No puedes irte hasta que todos los implicados hayan prestado declaración", dijo uno de los policías.

"¡Tiene que estar bromeando! Fui yo quien le llamó. Puede comprobar mi número en su sistema, ¿no? Pregúntele también a esa chica. Yo no le hice nada!", dijo levantando la voz.

"Tiene razón, Aoi-san. No tiene por qué llamar a la policía si quería hacerle algo", dijo el otro policía.

"¡Eso es exactamente lo que estoy diciendo!" replicó Naruto.

"¡Será mejor que te calles!" le dijo enfadado el primer policía a Naruto. "Sé qué clase de persona eres". Por lo que veo, eres un poco delincuente y gamberro. ¿Qué pasa con esa ropa rasgada y desordenada? ¿Y esos tatuajes en la cara? Y además eres un hafu. ¿Me estás diciendo que estabas dando un paseo por la calle cuando viste a una damisela en apuros y fuiste a salvarla? Por lo que sé, ¡también podrías estar compinchado con esos borrachos!

"¡Acabo de salir del trabajo!" Dijo Naruto, exasperado. "Y mi ropa está como está porque tengo poco presupuesto. ¿Qué quieres que haga? ¿Debería ir a robarle a alguien para vestirme bien o qué?".