Era un sábado por la mañana en mi casa. Estaba sentado en el sofá, hojeando el periódico sin pensar. Mis ojos recorrieron rápidamente los titulares de ese día: "Un delfín secuestra a 20 víctimas más", "15º aniversario del día en el que este pequeño niño desapareció", "El CEO de la famosa compañía se atraganta con un mazapán del tamaño de una pelota de voleibol"... Ver todas esas historias hace que me dé cuenta de que todas esas personas tienen sus nombres en los libros de historia. No importa lo violentamente que murieran, serán recordados para el resto de la historia. ¿Quién era yo comparado con todo eso? Nada, mi triste y patética vida quedó en nada y moriría solo y sin ser amado. En ese mismo momento se me ocurrió la idea perfecta para hacer historia. Me puse de pie y grité a todo pulmón: "¡Escúchame, Dios, porque yo, Dave Dimmadopolus, pasaré a los libros de historia por ganar todas las categorías de los Juegos Olímpicos de 1992 o moriré en el intento!".
Mi primer paso hacia una vida de fama y adoración fue inscribirme en los Juegos Olímpicos, pero tuve que inscribirme con una identidad falsa o me podían atrapar y expulsar. No iba a ser fácil, pero ideé la artimaña perfecta: sería John Fakename, en representación del país de Nueva Suezilandia. Como podéis ver, mis habilidades de engaño realmente no conocían límites. Estoy dentro. Ahora lo que tengo que hacer es demoler la competencia en todas las categorías. Puede que nunca haya tocado una pelota en mi vida, pero todo lo que necesitaba para ganar era la inspiración de mi distribuidor de té local, Gaster Oides. Una taza de té por la mañana es suficiente para todo el día, por alguna razón inexplicable pero sorprendente.
Estaba preparado, y día tras día arrasé cada partido: Fútbol, Baloncesto, Balonmano, Natación, Escalada, Breakdance, Golf, Minigolf, Megagolf, Skateboarding... Era el centro de atención, ¡ahora todos sabían mi nombre! Este fue un sueño hecho realidad, medallas de oro llegando de todas partes, junto con la adoración del mundo. Pero aún faltaba una competición para poder declararme ganador de todas las categorías de los Juegos Olímpicos de 1992: el tenis.Entré con confianza a la cancha, gente de todo el mundo aclamando mi nombre. Este es mi momento, esto era lo único que se interponía entre la fama y yo.
Estaba a punto de sacar, pero de repente una mujer saltó de las gradas, esquivó a los guardias y saltó a la cancha abrazándome.
-¡¡¡¿¿¿John???!!! ¿¡¿De verdad eres tú??!! ¡Soy yo! ¿No te acuerdas? ¡¡Soy tu hermana, Mary Fakename!! ¡Pensábamos que habías muerto cuando te perdiste en el bosque hace tantos años!Me quedé estupefacto. Mis ingeniosas mentiras se han puesto al día y ahora tengo que afrontar las consecuencias. ¿Realmente había una persona llamada John Fakename por ahí?
-¡Oh, por s-supuesto! Soy yo, tu hermano John. Lo siento, ehhh, ya conoces los bosques de Nueva Suezilandia pueden ser bastante densos, ¿verdad?
-John, ¿de qué estás hablando? ¿Qué diablos es Nueva Suezilandia? Vivimos en Murcia.
-¡S-sí, eso es lo que he dicho! Es que tengo un acento rarillo del bosque...
-B-bueno, me alegro de que estés vivo, te he echado tanto de menos. Volvamos a casa con nuestra familia...
¡He ido demasiado lejos, no puedo echarme atrás ahora! No puedo decirle a esta familia que estaba fingiendo ser su hijo perdido, ¡les rompería el corazón! Sólo tenía que seguir adelante hasta que tuviera la oportunidad de escapar.
-Ehh, sí, volvamos a NUESTRA familia. Ehhh, adiós a todos, salgo oficialmente del partido.
Los jueces, al presenciar mi sacrificio de amor, decidieron darme la medalla de oro de todos modos. ¡He ganado! ¡Lo he conseguido! Ahora, años después, vivo con la familia Fakename, en su lujosa mansión en el campo de Murcia. No sólo tengo la satisfacción de ser el mejor atleta olímpico que jamás haya existido, sino que ahora tengo una familia a la que realmente amo, incluso si estoy personificando a su propio hijo.
Darius Caster
En memoria de Dave, quien fue asesinado violentamente por la familia Fakename después del regreso del verdadero John Fakename.
D.E.P.
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La balada de John Fakename
HumorLa historia de cómo un jóven llamado Dave Dimmadopolus escapó su mundana y aburrida vida ganando todas las categorías de los Juegos Olímpicos de 1992 AVISO: Esta historia fue escrita en Abril de este año, antes de haber oído de Dropout o de Mentopol...