Estúpidamente enamorados de nuestros... "¿Amigos?"

1. ¿Es un dia soleado?

1. ¿Es un día soleado? 

¡Por Dianxia! ¿Hasta cuanto alguien puede llegar hacer por amor?, No se olviden;

“—Para algunas personas la existencia de alguien en este mundo, es en si misma, la esperanza.” —¿Hasta cuanto estas dispuesto a dar?

——————

Mañana soleada, la luz que entraba por la ventana hizo remover a Hua Cheng entre sus sábanas, quejidos y fuertes pataletas se escucharon por toda su habitación, este era el momento del dia que más odiaba, despertar, por un segundo, muy minúsculo, pensó en solo cerrar sus ojos e ignorar el mundo de mierda que lo rodeaba, pero las repetidas notificaciones lo hicieron desistir la idea por completo, debía ser He Xuan, no, realmente no debía, era He Xuan, lo conocía lo suficiente como para saber que necesitaba un motivo para levantarse, él no era un gran motivo, pero al menos podía persuadirlo. Arrastro así su cuerpo a la bañera, está ya lista con agua caliente y perfumes, nada mejor para hacerlo despertar de buen ánimo, aunque esta debia ser rápida. Realmente lo ayudaba a aliviar su molestia. 

Después de ser expulsados por segunda vez habían acordado platicar sobre su situación, aunque no había solución para aquello, les gustaba quejarse mutuamente de su vida. 

Ellos tenían una relación muy confusa.

Sus familiares eran amigos desde hace mucho tiempo, cuando He Xuan nació era solitario, ignoraba a todos demostrando continuamente su amargura por tratar con otros, excepto por Hua Cheng, un niño 2 años menor que el, lo veía constantemente en su casa, así que poco a poco se juntaron, aunque al principio no por voluntad propia se habían acostumbrado estar uno con el otro. Si les preguntabas podían decir que solo se conocían, claro, pasaron casi toda su vida juntos pero no eran más que extraños para lo demás, algunos aseguran que son hermanos, pero para ellos solo dejaba claro su escasez de cerebro. 

Hua Cheng ocultó todo su cuerpo en la bañera, tomando suspiros leves cuando lo necesitaba, el chapoteo del agua al hundirse y el leve vapor del agua tibia relajaba su mente. Proporciono perfume leves en su cuerpo, lavando suavemente su salvaje y hermoso cabello negro. Salió de la tina vagamente reconfortado, tomando una toalla para enredarla alrededor de su cintura y ver los mensajes de He Xuan, mojando toda la habitación con sus pisadas durante el proceso, sumado que solo observó los mensajes sin contestarlos. Su estilo era extravagante, siempre agregando el color tipico que lo caracterizaba, un rojo ardiente igual que el color de su ojo derecho, donde quiera que iba sobresalia de los demas, pero hoy solo decidio usar unos jeans negros con camisa blanca y una chaqueta extremadamente carmesi. 

Salió de su casa sin ningun animo manejando lento hasta llegar al lugar que acordaron, en los mensajes, además de insultos, estaba la dirección donde acordaron verse, un parque de niños. Aunque replanteo ir debido a esos mensajes.

He Xuan.

@HuaHua. Bastardo de mierda,
 ¿No sabes qué hora es?, 
ya te afectó la ceguera, mueve tu culo. 

Al llegar al lugar pudo distinguir rápidamente a He Xuan, aquel estaba sentado en el columpio mientras jugueteaba con sus piernas meciéndose, un gesto bastante tierno, pero deplorable para el menor. Al notar la presencia del otro miraron con desdén al contrario, para ser justos era algo que siempre hacian, no les gustaba verse, pero no podían dejar de hacerlo. He Xuan, en desigual con Hua Cheng, era más simple a la hora de vestirse, era una gran belleza sin duda, pero era más perezoso a la hora de tomar decisiones, por eso solo llevaba puesto una camisa negra con pantalones holgados del mismo tono, además de su cabello gravemente desordenado recogido en una coleta, aunque le daba un aire despreocupado, su presencia dominante sumado a sus ojos dorados caracteristicos le aportaba seriedad a cada prenda que usaba, brillaria en cualquier lugar.