- Postres curiositos | [au chaetzu]

seven

Tzuyu vio la mirada triste en el rostro de su
novia, le dolió verla sufrir de esa manera y lo
peor es que era su culpa.

Tzuyu admitía que había sido una mala
novia, pensó que aislando a su novia del
mundo exterior y metiéndola en una burbuja
rosa, lograría hacerla crecer. Que equivocada estaba...

Como todo artista, Chaeyoung necesitaba de críticas, necesitaba puntos diferentes de
vista, merecía una opinión verdadera y no
una obligada a ser dada como había sido la
de sus amigas... Pero Tzuyu se dio cuenta
tarde, pensó que su plan de darle los mejores halagos a su novia, haría que esta creciera.

Pero no era así y tendría que afrontar las
consecuencias de sus actos.

-¿Qué hacías?- fue lo primero que emitió la
mayor, acercándose lentamente a su novia.-
Chou Tzuyu, te estoy hablando, ¿qué hacías?

-Todo tiene una explicación.- murmuró tan
bajo que creía que si no estuvieran cerca,
Chaeyoung jamás la hubiera escuchado.

-Dame tu explicación, tengo todo el tiempo del mundo.- se sentó y la observó desde abajo.

-Chaeyoung unnie, eres lo más importante para mi.- con esa frase, la mencionada comenzó a llorar. -No llores, mi vida, perdón.. Eres todo mi universo, Son Chaeyoung, eres todo lo que amo, eres mi vida entera y no quería lastimarte, Dios, sólo de pensarlo me duele el alma y sé que igual lo hice, lo siento. Quise mantenerte aislada de las críticas, quería que fueras feliz haciendo lo que amas, quería apoyarte, llenarte de elogios, que crecieras creyendo que eres capaz, pero sólo te lastimé
y no dejé que mejoraras de verdad.

Para ese momento Tzuyu se encontraba
hincada en medio de las piernas de su
preciosa novia, quien en vez de gritarle,
simplemente le acariciaba el cabello.

-Tonta.- exclamó Chaeyoung, la menor levantó su rostro empapado en lágrimas.- ¿Creés que soy idiota?

-Te juro que es la verdad, jamás lo hice con
mala intención, yo te amo, de verda-

-Cállate, lo sé.. Y también sé que mis pasteles son horribles, maldita estúpida.-Tzuyu frunció el ceño. -Chewy, ni la persona más pendeja creería que esos pasteles están lindos.

-No entiendo.

-Hace dos años, bromeando con tu   hermano, me dijo que estabas tan enculada, que dirías que hasta el pastel más feo que 'hiciera' estaba lindo, comenzó siendo una broma, pero llegó un momento en el que te veías tan ilusionada con hacerme sentir bien que no pude parar... Lo siento.

-¿Qué?- Tzuyu estaba molesta, le habían visto la cara de estúpida.