𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 +18
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El resto de la noche había pasado bien, los niños subían a la falda de Mingyu y este les sonreía mientras charlaba un poco con ellos, en eso, Wonu se encargaba de repartir un regalo para cada uno de los pequeños, correspondiendo los abrazos que algunos de ellos le daban.
–Muchas gracias por ayudarnos chicos, de verdad, le dieron vida a la Navidad– Elizabeth les sonrió y les dió un abrazo, despidiéndose de ambos luego de que todo quedara arreglado.
–Bueno... ¿Como te sientes?– el más alto sonrió apoyándose en el auto, cruzado de brazos.
–Me siento... Útil y eso me gusta– sonrió también y se acercó un poco a Mingyu, abrazando su cuello. –No nos vimos en ese momento justo, pero.. Feliz Navidad–
–Feliz Navidad, yo si te ví, es imposible no verte, eras el duende más sexy– abrazó su cintura suavemente.
–Me alegra haber sido elegido por Santa entonces– rió y se acercó un poco más. –Mingyu..–
–¿mhm?– el Moreno mantenía los ojos cerrados, disfrutando la cercanía del contrario.
–Voy a besarte– y sin darle tiempo a contestar se inclinó y juntó sus labios, en un toque suave, sensual y cargado de sentimientos, un beso que debería haber sucedido hace mucho tiempo atrás.
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–Mingyu! Enorme tonto– reía Wonwoo mientras lo besaba y se encargaba de quitar su camisa con las manos temblorosas debido a la excitación.
–Lo siento– soltó con la voz ronca mientras llevaba a su mayor a tientas hacia la cama, luego de golpearlos a ambos contra algunos muebles.
Luego de aquel hermoso primer beso que se habían dado, sus bocas se hicieron inseparables, cada vez más hambrientas, deseosas por probar más de lo que se les prestaba y en cuanto bajaron del auto frente a la casa de Mingyu, no pudieron volver a despegarlas.
–Camisa fuera, ahora– medio gruñó el más alto luego de dejar a Wonwoo en la cama, alejándose para deshacerse de toda su ropa, sin poder quitar sus ojos del cuerpo del chico.
–Como ordene, señor– se mordió el labio deshaciéndose también de todas sus prendas, mientras recorría el increíble cuerpo de Mingyu, sus duros músculos, la complexión tan poco común para sus rasgos, el color de su piel, todo era sumamente excitante para él, y la gota que colmó el vaso, fué la hambrienta mirada con la que lo observaba desde arriba.
–Mierda Wonwoo, ¿de donde saca una rata de biblioteca ese cuerpo?– sonrió de lado.
–¿genetica?– se sonrojo hablando bajo.
–Dios bendiga a tus padres– se inclinó sobre su cuerpo, cubriendolo por completo mientras sus manos servían de soporte para no aplastarlo bajo su peso.
–Mingyu-ah... Despacio por favor, yo... Yo nunca– corrió la cara hacia otro lado evitando su mirada.
–¿Eres virgen?– susurró sorprendido y cuando recibió un asentimiento sonrió leve, moviendo la cara de Wonwoo con dos dedos bajo su mentón. –Voy a hacer de esta noche algo inolvidable–
Y así lo besó, lento, con cariño, anhelo y mucha pasión durante lo que parecieron meses para el más bajo que había entrado en un limbo de excitación, sentía la dureza de Mingyu en su muslo y la suya contra su propio abdomen, sacudiendose cada vez que chupaba su lengua, mordía su labio y soltaba bajos gruñidos que se perdían en su boca, era el paraíso.
Pronto esos besos bajaron a su mandíbula y su cuello donde se centraron en morder y chupar, dejando muy probablemente marcas que durarían días en dejar su cuerpo, aquello sin embargo no hizo más que contribuir a la excitación de su cuerpo.
–Mingyu por favor– suplicaba, no sabía exactamente qué, pero al parecer, el nombrado entendía mucho mejor su cuerpo que él mismo, pues instantáneamente bajó su boca por su pecho, mordiendo y succionando sus pezones, haciéndolo ver estrellas. –Dios!–
Cuando aquel enorme cuerpo se separó de él, sonrió viendo como se untaba lubricante que ni siquiera sabia de donde había sacado, en sus dedos, mirándolo con las pupilas muy dilatadas.
–Quiero que todo me lo digas, si te gusta o no, si duele, si molesta, si paro o sigo, todo– Wonu asintió algo nublado por el solo pensamiento de tener a Mingyu en su interior y dejó salir un suspiro cuando sintió el grueso dedo acariciando y haciendo presión en su estrecha entrada para poco después sentir una invasión que le causó un leve ardor.
–P-puedo con otro– murmuró con los ojos cerrados, intentando que su cuerpo sienta todos los movimientos del menor.
Cuando sintió el segundo dedo no pudo evitar gemir algo ronco al inicio, sin embargo, parecía que Mingyu sabia exactamente como hacerlo, pues a los pocos segundos esa incomodidad se convirtió en algo agradable, un sentimiento nuevo.
–Dame más, Mingyu, más– gemía sintiendo sus mejillas Rojas por la vergüenza.
–¿más? ¿Estás listo?–
–Si, Dios, mingyu quiero sentirte de una vez– asintió mirándolo a los ojos y gimió profundamente cuando los dedos abandonaron su entrada, abrió las piernas y observó como el miembro ya enfundado de Mingyu se colocaba en posición. –Eso es enorme– murmuró asustado.
–Shh... Vamos lento ¿si?– acarició su abdomen e hizo presión mientras se acercaba a besarlo, y si bien aquellos labios pudieron distraerlo al inicio, en cuanto la cabeza pasó, el ardor se hizo presente nuevamente, por lo que clavó sus uñas en la espalda del otro.
–Es... Muy grande– murmuró entrecortado, se sentía lleno, quizá demasiado, sentía como su cuerpo se estiraba para permitirle entrar y eso en vez de asustarlo, hacía que su miembro vibrara.
–¿quieres que salga?– preguntó con gentileza, dando caricias suaves y cortas en su intimidad, intentando distraerlo y relajarlo.
–N-no... Jodida mierda, me gusta, lo quiero más adentro– sonrió algo perdido y entonces Mingyu profundizó y comenzó a gemir sintiendo que su garganta se desgarraba con cada sonido. –Esto es increíble–
–Pensé que dolía– se separó para poder mirarlo a los ojos, sintiendo que su base chocaba con el culo contrario.
–Dolía.. Pero era el mejor dolor del mundo– confesó. –ya estoy bien, pero necesito que te muevas–
Mingyu sonrió y comenzó a moverse despacio al inicio, sin embargo, poco después sus movimientos se volvieron algo erráticos y bruscos, escuchando como Wonwoo gemía y suplicaba que fuera más profundo, lo que lo hizo sentir orgulloso sobre la experiencia que le estaba brindado, y poco después acariciando su miembro, sintió como se corría aferrado a su espalda y clavando sus uñas en lo que creía, iba a ser una cicatriz mañana.
Con un par de movimientos más se corrió también, apoyando su cabeza en el hueco del cuello del contrario, riendo levemente.
–¿q-que es tan gracioso?– preguntó el mayor acariciando su nuca.
–Un Virgen me acaba de dar el mejor orgasmo de mi vida– sonrió de lado y se tiró a un costado del chico para no aplastarlo, estirandose por un paquete de toallitas húmedas que había en su Mesa de noche, y limpiandolo para luego tirar todo junto al condón.
–ja ja, muy chistoso Kim– sonrió cansado, mirándolo.
–Feliz Navidad precioso– susurró besando sus labios dulcemente y los cubrió a ambos con una manta.
–Feliz Navidad...– susurró también apoyándose en su pecho, y dejando que el cansancio se apodere de su cuerpo al fin.
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⏤͟͟͞͞⏆⎘ 𝑻.𝑯.𝑩⏆Minwon/Meanie
Fanfiction⏤͟͟͞͞⏆⎘ Jeon Wonwoo es un chico ejemplar. Kim Mingyu es... Todo menos ejemplar, a menos que sea sobre el hielo, entonces Kim era un diamante en bruto. ⏤͟͟͞͞⏆⎘ "Bruto"; aquella palabra lo describía perfectamente, Para Wonwoo, Mingyu podía ser descri...