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Taehyung estaba preocupado.

Jungkook no apareció en el trabajo ese día; ni el siguiente y tampoco el día siguiente a ese. Después de que ambos se besaron en la oficina, parecía que el chico tenedor hubiese desaparecido de la fas de la tierra.

¿Qué si se sentía culpable? Inevitablemente. Después de todo, fue él quien lo besó primero.

-Taehyung, ¿sabes algo de Jungkook? Me preocupa el hecho de que no ha venido y mucho menos se ha reportado.

-¿Yo? ¿Por qué debería yo saber algo de Jungkook? No sé nada, de verdad.

Jimin frunció el ceño, mirándolo extrañado.

-Solo era una pregunta. ¿Todo está bien entre ustedes?

-P-por supuesto ¿por qué estaríamos mal? Solo somos compañeros de trabajo.

-Ok...- alargó la palabra entrecerrando los ojos, no muy convencido de lo que decía su subordinado-. Si sabes algo avísame, por favor o tendré que pasar un reporte por las faltas.

-E-está bien.

¿Por qué estaba tartamudeando? ¿Por qué siquiera se sentía nervioso? Tal vez estaba siendo paranoico y él no tenía nada que ver con la desaparición repentina de Jungkook. Diablos, ni siquiera era capaz de borrar aquel momento de su mente, parecía como si un disco rayado se haya tomado la molestia de grabarlo y repetirselo en bucle disociandolo cada dos por tres.

Afortunadamente, su hora de trabajo acabó más rápido de lo normal, por lo que pudo irse a casa temprano sin estar preocupado porque la luz solar ya no alumbrara las calles. Detestaba salir de noche, y lo hacía mucho más cuando era gracias a su imprudencia y procrastinación a la hora de entregar trabajos.

-Hola, Kuma- saludó a su gata blanca apenas abrió la puerta, pues ella lo estaba esperando justo detrás-. ¿Te portaste bien hoy? ¿No hiciste desastres que molesten a papá?

La gata maulló, frotándose contra su pierna.

-Espero eso sea un sí.

Dejó el maletín sobre el perchero, y se despojó de su ropa justo en la entrada al sentirse demasiado sobrecargado, dejándola caer en el piso con la idea de que más tarde la recogería.

-Dios, que hambre- dijo en voz alta, caminando directo hacia la cocina con la felina siguiéndolo de cerca. Abrió la alacena, observando todos los envases de fideos instantáneos que habían-. Genial, hoy tenemos fideos de nuevo, ¿qué te parece Kuma?

La gatita maulló de nuevo.

-Sí, tienes razón. Esto es un manjar.

Y tal vez debía dejar de interpretar las palabras (maullidos) de su gata a su gusto, pues probablemente ella le estaba diciendo que era un dueño irresponsable sin buena alimentación mientras él creía que le estaba diciendo lo más bonito del mundo, o tal vez simplemente debía considerar conseguir más amigos porque ya se estaba volviendo loco.

Lo siguiente que hizo considerando que tenía sábado y domingo libre fue sentarse en el sillón con una taza de palomitas mientras veía su serie favorita del momento; aún se encontraba en emisión, por lo que dejaba de verla por varios días para tener más capítulos por ver después.

Soltó una carcajada cuando el protagonista masculino empezó a actuar torpe al ver a la chica que le gustaba, y no pudo evitar proyectarse, pues de seguro él sería exactamente igual si le gustara alguien. Pero ese no era el caso ¿o si?, negó rápidamente como si quisiera borrar aquel pensamiento, la imagen de la cara de Jungkook llegando a su mente como si fuese una especie de flashback que lo cegó por completo. No, no era posible que un pastel y un tenedor estuvieran juntos, era peligroso y mortal, literalmente. Sobre todo para él, que a pesar de que tenía buena condición física jamás podría estar a la altura de un tenedor.

EAT ME | JJK&KTH | MINI FICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora