Vuelvo a aclarar, es mi AU, una historia que llevo haciendo desde que tengo 9, por favor no le busquen coherencia a todo lo que diga, esto lo escribo por diversión.
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Aizen Sōsuke, un horrible villano que solo veía por si mismo, alguien que solo hacia lo que quería, sacrificando a los demás si era necesario, engañando y lastimando. Un hombre que tal vez lo único bueno que tenía era su apariencia atractiva, pero, ¿Por qué él actuaba así? ¿Por qué no se libero por su cuenta cuando estuvo encerrado por dos años en esa celda? ¿Por qué él haría todo los que hizo?
Tal vez esto no te de respuestas a todo eso, pero si te dará ratos de diversión y dolor, tal vez llegando a amar tanto como yo al pequeño.
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Todo empezó mucho tiempo atrás, Aizen Sōsuke nació en una familia numerosa, un padre de cabello castaño, ojos cafés y pestañas algo largas, cabello liso con las puntas algo onduladas, alto y fornido, un hombre casi igual a Aizen Sōsuke, una madre de cabello castaño más oscuro y ondulado que el de su esposo, ojos grandes y negros con grandes pestañas, cuerpo delgado y apariencia delicada, y alrededor de 21 hijos, que eran una mezcla perfecta entre ambos padres, cantidad no extraña en seres casi inmortales, pero, al parecer esos padres tan amorosos y cuidadosos con sus bebés y niños, no eran tan buenos después de todo.
Él nació y justo después, su gemelo, en ese momento, decidieron que no querían gemelos, pero tampoco querían matar al niño que solo los veía tranquilamente después de dejar de llorar, decidieron dejarlo morir.
Lo habían elegido porque querían un hijo que se pareciera a la madre, y él era la viva imagen del padre.
Los días pasaban y no moría ese niño, parecía no necesitarlos, solo necesitaba lo mínimo, lo que sus hermanos le daban porque era muy tierno. Se estaba alimentando de su propia energía.
Le prohibieron a los niños acercarse a él, ya había pasado un mes y no querían tener que alimentarlo más. Él estaba en la misma habitación que su gemelo, así que podía claramente ver a sus padres sonreír y ser cariñosos hacia su hermano menor, pero a él solo le dirigían palabras, miradas y empujones llenos de odio y asco.
Era evidente la distinción, todos en casa se daban cuenta, pero el pequeño no sabía, era un bebé que no entendía las expresiones de la gente ni tampoco lo que es el amor.
Fue pasando el tiempo, ahora él recién nacido tenía 4 meses, su estómago empezaba a rugir, su propia energía no era suficiente para mantenerlo, así que se dió la vuelta en su caja y salió, se movió con dificultad hacia dónde estaba su madre en la cocina, le jaló la ropa y empezó a emitir quejidos, pidiendo algo que comer.
La madre volteó pensando que era uno de sus niños más grandes, ¿Cómo podría un bebé de 4 meses gatear hasta ella? Pero cuando lo vió, ese niño ya debería haber muerto, ¿No es así?
Dió un grito, asustada por el niño anormal, lo pateó lejos y se fue para llamar a su marido.
El niño simplemente se hizo bolita en dónde calló, el dolor en su pancita era demasiado, pero estaba seguro que su mamá no lo había hecho para lastimarlo, era su culpa por asustarla así.
El hombre al oír a su mujer fue corriendo y vió al niño, soltó un sonido de enojo, casi un gruñido, y lanzó al bebé al patio, no tenía ganas de tener un fenómeno que se suponía iba a morir. Lo dejaron en el patio por semanas, esperando que muriera de frío al menos. Pero la voluntad de vivir en ese niño nunca terminaba.
Empezó a imitar a sus hermanos, haciendo cosas que hacían feliz a su mamá, a los 5 meses aprendió a hablar, caminar, dibujar, intentó de todo para que su amada madre le pusiera la atención que a sus hermanos, intentó múltiples veces, incluso aprendió a cocinar huevos, bueno, solo lo hizo una vez, quedó tan mal que lo comió, sus padres al ver qué estaba desperdiciando el alimento, le dieron un puñetazo en el estómago, causando que vomitara y lo usaron de trapo para limpiar el vómito.
Él solo aprendió a bañarse, hacer del baño, vestirse, aunque solo tenía un saco viejo que encontró en la basura, además de todas las otras cosas por las que su madre y padre felicitaban a sus hermanos, aunque en vez de eso, recibía golpes, manotazos, odio, desprecio.
Se rindió cuando tenía 11 meses, se resignó y simplemente empezó a vivir por su cuenta en un espacio que se hacía por unas maderas apiladas contra la casa, al menos cabía ahí por el momento, pero no sería mucho tiempo, aún peor porque sus hermanos mayores, al notar el odio que le tenían sus padres, empezaron a golpearlo y destruir todo lo que lo hacía sentir seguro, su antiguo espacio, era una casita en miniatura, era para perros, pero tenía un agujero y lo botaron, él vivió ahí unos días hasta que lo encontraron y tiraron la casa.
Vió el cielo, iba a llover, lluvia, tal vez le caería un rato y moriría al fin, no era su culpa no haber muerto, el solo quería ser amado…
Antes de poder subirse al árbol más alto del jardín para que le caiga un rayo, el hermano mayor lo tomó del cabello y lo jaló hacia la casa principal.
—¡Papá, encontré al mocoso!
—¡Bien hecho cariño, traerlo!
El miedo en el más pequeño se notaba en todo su cuerpo, no peleó, si no se movía sería menos castigo, tal vez había disminuido el valor de esas tablas al tocarlas, o eran de alguien más, tal vez su madre encontró la pulsera que enterró en la tierra. No importaba la razón, iba a ser lastimado.
—Te aseguro, hermano, es un excelente producto, es hijo mío después de todo, es completamente nuevo, nadie más que tu lo vas a usar nunca, después de todo, te volverás su dueño— esas palabras asustaron aún más al pobre bebé, ¿Iba a ser vendido?
Cuando entraron, se vio a un hombre de cabello blanco, tenía una apariencia hermosa, porte elegante, ojos azules cielo, tez clara con las mejillas con un ligero tono rozado, labios largos algo carnosos, era realmente hermoso, pero no quería ser el juguete de ese hombre, era horrible la sola idea, no sabía a qué se referían, pero no lo averiguaría, iba a ir a esconderse en el bosque.
—Realmente se parece a ti, creo que me divertiré mucho con él, pero dime, ¿Cuál es su edad? Es muy pequeño— su padre sonrió y levantó al bebé, se lo dió al hombre y se alejó.
—Tiene un año, hoy los cumplió, por eso me apresuré a llamarte— la sonrisa del hombre albino se volvió tétrica, le dió una bolsa a su amigo y bajó al niño.
—Prepararlo, voy a usarlo, así no me arrepentiré después
El hombre castaño se rió y tomó al niño, lo llevó a otra habitación y lo empezó a desvestir.
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Mi AU con ★Aizen Sōsuke★
FanfictionAlgunas de las historias que vive en mi AU, desde el principio de su existencia hasta el final, cabe recalcar que cambié casi toda la historia de todos los fandoms que mencionaré aquí, además de que en mi AU las cosas suceden eones después del final...