Parte 25: En la red total

31 2 0
                                    

A ninguno de los cuatro les extrañó que una maidai fuese la que estaba a cargo de los ordenadores centrales que mantenían la fábrica.

Ahora, la llamada Número 64 carecía de piernas, con su cintura conectada a un panel de control. Lo cual sí que les pareció algo chocante.

"Número 64... genial... ¿eres su maidai personal o algo así?"

"Negativo, la única maidai personal del señor Loocre es Número 0"

"¿Tu también quieres matarnos?"

"Negativo, mi programación está hecha para no dañar humanos"

"Oh, bien..."

"Únicamente transmito las órdenes del señor Loocre, que son haceros daño"

"Oh, venga ya..."

"Se llama vacío legal de acuerdo a las leyes de..."

Vanessa, cansada ya de toda esta situación, agarró una silla cercana y con ella golpeó a Número 64. Algo que le hizo callarse al momento.

"Escucha, nintendo pocha, ahora mismo vas a hacer que esas maidais no nos maten"

"Negativo, no puedo alterar una orden"

"Va en su programa-ción" - dijo Número 83 - "Le es imposible"

"Su voz es la que escuchamos a la hora de reproducir los audios" - indicó Chica - "¿Tu narraste información?"

"Afirmativo, los solicito el señor... señor... señor... se..."

"¿Un bug? ¿Un bloqueo?"

"Luis, ¿puedes hacer algo con la señorita poco cooperadora?"

"No sé... quizás sea mejor marcharnos y..."

"Toda información referente al señor Loocre ha sido eliminada" - dijo la androide rápidamente - "Y pronto ustedes también"

"Ya, por las maidais asesinas"

"Negativo, por el inicio de la destrucción de la base"

"Claro, cla..."

"........"

"........"

"¿Has dicho destrucción de la base?"

"Las cajas negras están diseñadas para resistir hasta una explosión, el señor Loocre temía que si la fábrica explotaba las cajas sobrevivirían"

"Y serían más difíciles de encontrar..."

"O por el contrario cualquier poli podría encontrarlas al realizar la investigación"

"Me cago en la (bababui), no tenemos ni un respiro"

"Asu-mo que la orden dada a las maidais es para evitar que huyáis antes de la explosión"

"¿Cuánto tiempo tenemos?"

"Alrededor de... dos horas..."

"Eso... eso es, relativamente, bastante tiempo..."

"La orden dada fue de dos minutos, pero hubo un error de configuración con la programación"

Luis se acercó al panel de control. Los paneles eran algo anticuados, pero podía entender más o menos su funcionamiento, ahora el problema...

Era que poco podía hacer para revocar las órdenes, y la cuenta atrás...

"¡Seseeeenta y cuatro!"

"¿Qué ha sido ese grito?"

"Oh, ha sido Número 79"

"¿Quién?"

"Os dije que yo no podía mataros por mi programación" - dijo Número 64 - "Pero ella sí puede, es su labor... y ella sí puede entrar..."

Vanessa salió de la puerta, cerrándola detrás se sí para quedar a solas con la recién llegada.

Una maidai con dos brazos a cada lado en lugar de uno, con pantalones en lugar de una falda de maid y su boca podía abrirse.

"Analizando... ¡Vanessaaaa Masters!"

"Algo me dice que no vienes a tener una charla amigable"

"Destruir... Vanessaaaa Masters..."

Vanessa agarró un par de libros gordos y los lanzó contra la cara del robot, al cual no le hizo ningún tipo de daño.

La maidai avanzó pretendiendo atraparla, pero Vanessa le lanzó otro libro gordo al pie, provocando que tropezase.

La humana se apartó y cogió un paragüero con el que golpearla.

"Déjame coger mi hacha y no te daré la vergüenza de golpearte con un paragüero"

"Inadmisible, inadmisible... Vanessaaaa Masters..."

El robot se lanzó a por ella, usando dos de sus brazos para frenar el paragüeros y los otros dos para estrangularla.

Pero Vanessa la agarró de la cabeza, intentando que parase su ataque con rodillazos.

Aunque lo que la rubia no esperó es que se electrocutase por la espalda. Por lo visto Número 0 había llegado al despacho.

Vanessa: INPUT6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora