Capitulo 3: Muto Yasuhiro

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-Tu hermano me matara si se entera de esto, lo sabes, verdad?- pregunto en un susurro el rubio, mientras acariciaba el cabello de quien se supone era su superior.

-aja, ya te dije que no te va a pasar nada, eres mi protegido- murmuro la contraria mientras se acomodaba en el hombro del chico.

Desde un comienzo, habian sentido cierta cercania que en su momento la mujer no podia ejercer. Pero ahora que ambos tenian mas "libertad" por asi decirlo, ya podian estar juntos, aunque sea por un tiempo limitado.

Lamentablemente para ellos, sus momentos casi siempre eran interrumpidos.

-Que mierda pasa ahora?- se quejo ella, levantandose con pereza al oir gritos en los pasillos.

El hombre tambien se levanto de la cama, siguiendo a la mujer hasta la puerta.

no fue hasta que toco el picaporte que varios disparos se empezaron a oir, seguido de los gritos de cierto pelirosa.

-Atenea, son estos tipos otra vez!- anuncio del otro lado de la puerta.- inmediatamente la filipina tomo la metralleta que estaba debajo de la cama.

pateo la puerta, caminando firmemente por el pasillo mientras disparaba a los intrusos que iban apareciendo. Los vidrios de los ventanales reventaban, esparciendo los fragmentos de vidrio por todos lados.

A su lado sintio una presencia, quien disparaba a sus enemigos con lo que creia que era una Glock en cada mano.

-Roxxane- Reconocio la albina, dandole una breve mirada de reojo a la pelirroja, que introdujo el cañon del arma en la boca de uno de los contrarios, jalando el gatillo sin dudar.

-Solo quedan estos!, los hombres del Gorila ya limpiaron el 1er y 2do piso.- Comunico en voz alta la nombrada.

Era el 3er ataque en esa semana, y aunque estaban bien organizados y preparados para esas situciones, logrando terminar con todos en minutos, le molestaba demasiado.

Se coloco el arnes del arma, dejando sus manos libres para bajar las escaleras rapidamente, saltandose escalones con ayuda del barandal.

Todo era un desastre, nada nuevo en su vida. Era increible como escenas tan sangrientas ya no le provocaban nada, se estaria volviendo insensible?

Cayo en el ultimo piso donde terminaban esas escaleras, encontrando un herido Sanzu, sosteniendo su brazo mientras caminaba fuera de si, drogado como siempre.

-Haru, que haces aqui todavia?, vete- regaño suave la mayor, ayudandolo a hacer presion en su brazo. Este solo guardo silencio, al parecer incapaz de formular una oracion con sentido.

suspiro, mirando a su alrededor. Estaban en el primer piso.

No tenia idea de que hacer, no sabia si moverse de lugar o no, pues ademas de que transladarlo en ese estado podria empeorar su condicion, algunos enemigos podrian descifar su ubicacion.

-mierda.- susurro ella, dejando el cuerpo de su hermano sentado en el suelo, apoyando su espalda en la pared.

Para su suerte, su angel habia venido a salvarla

bueno, a salvarlos a los dos.

-Neesan!, estan bien?!- una preocupada Yumeko se acerco a ellos a paso ligero, arrodillandose junto a ellos.

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⏰ Última actualización: Oct 25 ⏰

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•𝘈𝘛𝘌𝘕𝘌𝘈• -𝙻𝚊 𝚞𝚕𝚝𝚒𝚖𝚊 𝚎𝚗 𝚙𝚒𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora