En la noche profunda, un anhelo se enciende,
Ser Andrómeda, la galaxia que me cautiva.
No un cuerpo terrenal, sino un cielo sin límites,
Un universo de polvo estelar que me envuelve.
No busco la tierra, ni la luna, ni el sol,
Quiero ser el cosmos, infinito y sin fin.
Un corazón de fuego, un alma sin fronteras,
Andrómeda, mi anhelo, mi destino, mi ser.
Como un pétalo que se entrega al viento,
Mi alma anhela fundirse en la inmensidad.
No un punto en el mapa, sino el mapa entero,
Un lienzo infinito donde la vida se expande.
Y en ese lienzo, mi espíritu se explaya,
Un universo de sueños, sin límites ni leyes.
Andrómeda, mi anhelo, mi destino, mi ser,
En la noche profunda, mi alma se libera.
