El aire de la mañana tenía un toque de frío que hizo que Ellie se estremeciera al salir de su casa. Luca la esperaba en su coche, tal como había prometido. Ella dudó un instante antes de acercarse, recordando el mensaje de anoche, esa mezcla entre dulce y amenazante que la había mantenido despierta. "Solo tú y yo", le había dicho, pero había algo en su tono que la inquietaba.
El camino hacia el parque estaba sumido en un incómodo silencio. Luca parecía más concentrado que de costumbre, sus ojos fijos en el camino, las manos tensas alrededor del volante. Ellie lo observó de reojo, preguntándose cómo habían llegado a ese punto. Cuando lo conoció, Luca parecía todo lo que siempre había querido: atento, encantador, incluso misterioso. Pero, ¿cuándo se había transformado ese misterio en algo más oscuro? En algo que la hacía sentir atrapada.
Intentó recordar la última vez que se había sentido verdaderamente libre, pero todo se mezclaba con los recuerdos de Luca, las veces que él había decidido por ella, los comentarios que había dejado caer como plomo, los límites que había establecido sin que ella lo notara.
Cuando llegaron al parque, Luca le sonrió, pero había algo en sus ojos que la hizo sentir incómoda. No era la sonrisa cálida que alguna vez la había atraído; era una sonrisa calculada, una sonrisa que parecía ocultar algo.
-Vamos a caminar -dijo, abriendo la puerta de su lado.
Ellie asintió, aunque una parte de ella quería inventar alguna excusa para regresar a casa. No era solo el aire frío lo que la hacía temblar.
Días antes...
Después de la incómoda conversación con Miller en la biblioteca, Ellie había comenzado a notar cambios en su comportamiento. Su relación con Luca, que al principio había sido intensa y emocionante, ahora la consumía. Su teléfono estaba lleno de mensajes de él, preguntas sobre dónde estaba, con quién, por qué no contestaba más rápido. Cada vez que se encontraba con algún amigo -especialmente si eran hombres- Luca reaccionaba de una manera que la desconcertaba.
El encuentro con Miller había sido la gota que colmaba el vaso. Luca no podía ocultar su desagrado, su desconfianza hacia él. "No me gusta cómo te mira", le había dicho más de una vez, y cada vez que lo hacía, Ellie sentía una presión en el pecho, una especie de culpa por algo que ni siquiera comprendía.
Una tarde, después de clases, Ellie decidió evitar a Luca por un día. Había apagado su teléfono y se había refugiado en la casa de una amiga. Pero cuando finalmente encendió el móvil, encontró una serie de mensajes que le helaron la sangre:
Luca: "¿Dónde estás? No puedo dejar de pensar que estás con él."
Luca: "Si sigues ignorándome, Ellie, algo malo va a pasar."
Luca: "No quiero tener que hacerlo, pero si me empujas, no me dejas opción."
Ellie tragó saliva, sintiendo cómo sus manos temblaban. Sabía que Luca tenía un lado posesivo, pero ahora esto se estaba convirtiendo en algo más oscuro, más profundo. Algo que no podía controlar.
La escalada de tensión
Luca comenzó a aparecer inesperadamente en lugares que Ellie frecuentaba. Una tarde en la universidad, ella estaba saliendo de la biblioteca cuando lo vio esperándola afuera. Su corazón latió con fuerza, y no de la manera en que lo hacía al principio de su relación. Ahora, cada vez que veía a Luca, una parte de ella sentía miedo.
-¿Qué haces aquí? -preguntó, intentando sonar casual.
Luca le sonrió, pero su mirada era firme, casi desafiante.
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Love me
RomanceTodo comenzó en aquel café, donde tus rizas se entrelazaron con la música suave del fondo. Allí conociste a Luca, el chico de ojos brillantes y pasión por el arte, com tú, Vuestra conexión era instantánea; ambos amaban los atardeceres y las historia...