extraordinario. | minsung

O9

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—Jisung, ¿sabes cuántas veces me distraje hoy? —preguntó.

—No. —respondió mirándolo a los ojos.

—Exactamente cada vez que te estuve admirando.

Jisung sonrió y le mandó un beso volador a Minho.

—Sí, y también cuando la profesora Rosé te pillo babeando por Jisung. —comentó Changbin.

—¡Cállate! Además, dije hoy, y eso pasó ayer.

Los siete chicos se rieron de Minho, que se sintió avergonzado por recordar lo que había pasado el anterior día.

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Minho entró al aula de clases y caminó directamente hacia Changbin.

—Mi Binnie, bonito y hermo-

—¿Que me vas a pedir?

—Te reto a que hagas un esquema de castellano de lo que hemos visto la anterior clase, decorado y con mi nombre puesto.

Changbin lo miró mal. —Quítate Minho, ésta noche solo dormí dos horas.

—Ay Changbin, no seas así, no tengo ni idea de lo que dijeron la clase anterior.

—Pues hubieras prestado atención en lugar de estar babeando por tu novio.

Minho rodó los ojos y se fue a su asiento.

Jisung entró a la clase y sus ojos fueron inmediatamente hacia Minho, que se encontraba recostado en sus propios brazos mientras aceptaba su destino: un regaño por parte de la profesora Park.

—Honnie, ¿que te pasa? —preguntó.

—Nada, solo estoy aceptando mi cruel destino.

—¿De qué hablas?

—No hice el esquema de castellano que me pidió la profesora Park para hoy.

—Ah, sobre eso, ayer imprimí ese esquema y me salieron dos, pensé en traerte uno por si no lo hacías. Ya veo que no lo hiciste.

Minho abrió los ojos y se levantó de su silla. —¿¡En serio!?

Jisung asintió.

—¡Te amo Jisung, me casaré contigo! —lo cargó y lo alzó en el aire.

Aunque nada de lo que salió de su boca tenía pensado decirlo, no se arrepintió en absoluto al ver las mejillas del menor sonrojadas.

—Está bien, bájame Minho. —pidió.

Minho hizo lo pedido y lo puso en su silla de nuevo, susurrándole un: —Y hablo demasiado en serio.

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