𝑫𝒂𝒓𝒌 𝒈𝒂𝒎𝒆𝒔

Capítulo 1

Capítulo 1 : nuevos juegos, nuevas normas

—¿Estás segura de que quieres volver a apuntarte a esos "juegos"?

A mi madre jamás le gustó que yo estuviese apuntada y obsesionada con el deporte, en cambio mi padre era totalmente opuesto a ella, mi padre es un tenista profesional y un aficionado a su deporte y él, siempre fue mi inspiración.

Dejé de masticar el bocadillo de jamón que me había preparado recientemente, y asentí a mi madre.

—Cada cinco años una nueva dirección educativa deportiva, cambia los juegos y las normas, lo que significa, que lo más probable es que te sea más difícil para ti este año cariño.

—Ganaré sea como sea.

Sabía que nadie me podría ganar, al menos no este año, llevo desde los catorce años ganando estas competencias, y si pude ganar tres años consecutivos, ¿por qué iba a tener que perder este año?

Agarré mi bocadillo de jamón y  me terminé comiendo lo que quedaba de él.
Mi Instituto al ser privado, los uniformes eran obligatorios para todo el alumnado, algo que no me quejo. El uniforme estaba compuesto por una falda gris que me llegaba más abajo de los muslos pero no llegaba a las rodillas, conjuntada con una blusa beige en la cual a su derecha se podía ver el símbolo del Instituto Thornton, uno de los institutos más prestigiosos de la ciudad de Colorado. No necesité una beca para entrar, mis padres tenían el suficiente dinero para pagar la matrícula y el Instituto cada mes, ya que mis padres tienen un buen sueldo, mi madre trabaja de profesora de Universidad, mientras que mi padre se dedica al tenis profesional, pero antes de eso, a él le hubiera encantando dedicarse también a derecho (abogado) . Pero a él le fascina su trabajo, mi padre lleva siendo entrenador durante seis años, ya que él se retiró con 38 años, y desde hace dos años, decidió volverse entrenador y poder ayudar y mejorar a tenistas cuyo futuro puede depender de mi padre, siempre me ha gustado verlo de esa manera.

—¿Ey que tal?—

Por suerte, mi mejor amiga se mudó hace un par de años a mi vecindario, y desde ese entonces nos hicimos grandes amigas y vamos juntas al instituto todos los días.

—Sin ganas de empezar el curso— Suspiré mientras me abrigaba colocándome la chaqueta la cuál también era del colegio. Los colores iban a juego con la ropa, y por suerte la chaqueta contiene pelitos para mantener una mejor temperatura corporal.

—He oído que entra un alumno nuevo a nuestro curso, según los rumores, el chico es un bombón, y sin más no recuerdo se ganó una beca gracias al atletismo.

—¿Cómo es posible que sepan tanta información del chico, si todavía ni se ha presentado a clase como para que saquen tantas conclusiones?.

—Parece mentira que no conozcas ya a Zoe y Lee.

Zoe y Lee son nuestros amigos, los cuáles quieren dedicarse al periodismo, y como se puede ver, no se les da mal. Ambos se enteran de todo antes que el resto.

—Hablando de Zoe y Lee, mira quiénes están ahí—Con el dedo los señalé, para hacerle más fácil encontrarlos a Millie, algo que no sirvió de mucho ya que ellos mismos se acercaron a nosotras.

—Pero bueno, si son mis mellizos favoritos. 
Saludó Millie, agitando la mano exageradamente.
—Juro que si encuentro a los profesores que han hecho cambiarnos a todos de clase los mato. —
Se me había olvidado que cada dos años, van cambiando de clase a los alumnos.

—¿En qué clase os ha tocado a vosotros?
—Yo estoy en el C.
respondió Zoe observando su agenda para comprobar si no se había equivocado.
—Yo igual —Gritó emocionada Millie, mientras yo solo miraba con decepción, ya que a mí me había tocado en el A, solamente quedaba mi última esperanza estos momentos, Lee.