Volver a enamorarte

Capitulo 2 "Un reencuentro complicado"

—hola Abel..—
logró decir a medias.

Abel abrió los ojos con sorpresa pero los entrecerró con enojo

—¿que haces aqui?—

dijo con molestia en su voz, apretando los puños mirando con desdén a la persona que una vez fue el amor de su vida

—¿acaso no te dije que no te quería cerca?—

La sonrisa de Thiago vaciló levemente ante la ira de Abel, pero se mantuvo sereno, sabiendo que se lo merecía todo.

—Lo sé, lo sé—

dijo, levantando las manos en un gesto de paz.

—Y lo respeto. Pero, por favor, escúchame. Vine aquí a disculparme, sincera y profundamente, por todo lo que te hice pasar. El dolor, el sufrimiento, la duda... Me equivoqué y lo siento mucho.—

Los ojos de Thiago buscaron los de Abel, suplicando comprensión y perdón, su voz cargada de arrepentimiento.

—Sé que no lo merezco, pero te lo ruego, Abel. Dame una oportunidad para arreglar las cosas. Hablemos, lejos de aquí, en algún lugar privado. Haré lo que sea para recuperar tu confianza, tu respeto, tu amor.—

La última palabra se le escapó antes de que Thiago pudiera captarla, una emoción cruda que no pudo contener.

Abel lo miro con enfado

—ahora no puedo.— dijo secamente

—tengo trabajo, al menos que quieras esperarme hasta las 9 p.m.—

sonrió con burla , para darse  la vuelta para limpiar algunas mesas, sabía que Thiago era un hombre impaciente probablemente se iba a frustrar

Thiago sintió una punzada de decepción, pero no presionó más a Abel, sabía que tenía que recuperar su confianza. Terminó su bebida, dejó una generosa propina y salió del restaurante, anotando mentalmente que volvería a las 9 p. m., como le habían pedido.

—Volveré.—

susurró para sí mismo, con una pequeña sonrisa en los labios.

unas horas después, Thiago estaba demasiado impaciente, no podía esperar para volver a hablar con Abel

su mente vago por la forma en la que trato a Abel cuando se creía que era un traídor, se sentía fatal

cuando el reloj apunto las 9 p.m. Thiago se apresuró en estar fuera del restaurante esperando al chico

Cuando el reloj marcó las 9 p. m., Thiago levantó la vista y vio a Abel caminando hacia él con una expresión cautelosa en el rostro. Respiró profundamente, preparándose para lo que estaba a punto de decir.

—Por favor, escúchame— comenzó Thiago, con voz baja y sincera.

—Lo que te hice pasar... fue imperdonable. Las acusaciones, la tortura, la duda... Lo siento mucho, Abel. Nunca podré deshacer el dolor que te causé, pero prometo pasar todos los días compensándote, si me lo permites.—

Thiago extendió la mano tentativamente para tomar la mano de Abel, sus ojos suplicando perdón y una segunda oportunidad.

Abel apretó los puños, sintió como su corazón latía con fuerza su mente llena de recuerdos dolorosos, extendió su mano como si fuera a tomar la de Thiago pero solo le dio un manotazo apartando su mano

—No quiero..—

dijo con una expresión distante

—¡¿acaso crees que puedes venir aqui como si nada y esperar que te perdone después de 3 malditos
años?!—