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Advertencia: Contenido (+18), Muy explicitó. Romanticismo. No se trata de dañar la imagen del actor, si no te interesa, te invitó a seguir leyendo la siguiente actualización. Gracias, disfruten.




















Mi cuerpo tembló, jure por dios y todos los santos que jamás pensé que el nuevo sacerdote estuviera atándome y me tuviera de rodillas.

Nuevamente, estaba enfrente de mi, trataba de canalizar lo que estaba sucediendo, pero a mi cuerpo le gusta esta sensación.

— Abre la boca. — su voz sonó ronca. — ¡Ahora!

Asentí. La abro como el lo ordena, lo miro y sus manos van directo a su pantalón negro, mi parte intima se humedeció, sabia lo que quería. Tan pronto, sus pantalones cayeron al suelo, los avienta en algún lugar de la habitación, baja su boxer y su erecto miembro sale disparado.

— Tranquila pequeña. Dios sabe que esto es por tu bien. — en ese momento, lo introduce a mi boca.

Toma mi nunca, cuidando de no ahogarme en el momento, empezó a moverse despacio, mi lengua húmeda toma bien su miembro y lo sumerge chupando cada espacio posible.

— Dios..— gimió el padre Nicholas. — Esto es maravilloso.

Cierra sus ojos y echa su cabeza para atrás, disfrutando la sensación de mi lengua tomando su miembro. Sus movimientos empezaron hacer mas fuerte, sentí su miembro tocar profundamente mi garganta, sabia que mañana tendría un fuerte dolor de garganta. Sus jadeos fueron mas fuerte, sentí su miembro bombear en mi boca, estaba por llegar y así fue, su liquido se esparció en mi boca. Lo saca de mi boca, tomo aire.

Agacho la mirada, puesto que verlo sin pantalones, me pone nerviosa. Sentí nuevamente su aliento en mi, toma mi rostro con sus finas manos, quedando cara a cara.

— A nuestro salvador le gusto lo que acaba de hacer. — cada que decía eso, sentía una fuerte punzada en mi parte intima.

— ¡Por favor! Deje de decir eso. — murmuro suavemente, este sonrió maliciosamente.

— ¿Decir que? — sus labios se acercan a los míos. — Usted comenzó esto.

—¡Por favor! — suplique, este toco sus labios con los míos y me beso.

Sus labios era como tocar una nube, no existía nada mejor que esto. Nuestras lenguas bailaban, como si de una melodía romántica se tratara. Nos alejamos, puesto que el dolor en mis rodillas, me hicieron chillar. Me ayudo a levantarme, mis manos aun seguían atadas, este saco su camisa clerical, dejándome ver un cuerpo bastante definido.

Sentí sus manos tocar mi piel, debajo mi playera, quitándola. Al igual que el sostén, sus manos volvieron hacer violentas, puesto que mi pants y braga fueron retiradas de un jalón, por fin los dos estábamos desnudos. Rápidamente, desata mis muñecas, me quejo del dolor, miró mis muñecas y estas estaban rojas.

Vuelve alzar mi mirada y me besa, sentí su miembro en mi estomago, mis manos por fin tocan su rostro, nuestros labios vuelven a bailar, sus manos tocan y aprietan mi trasero, dando un fuerte azote en el, gemí por la acción y este sonríe.

Nos alejamos nuevamente, me mira y toma el cinturón, esta vez, la pone en mi cuello, tratando de simular un collar. Tira de el y me une a el, sus labios bajaron a mi cuello, abre un poco el cinturón para besar las zonas que lo topa.

Sus manos comienzan jugando con mis senos, tomo su cuello y nos dejamos caer en la cama. Mis piernas se abren, puesto que mi liquido, salía como agua caliente. Baja sus manos y toca mi punto débil, el clítoris. Comienza a mover su mano izquierda en movimientos circulares, jadeo fuertemente, cerrando los ojos por el calor que me provocaba el padre.

𝘐𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯 𝘕𝘪𝘤𝘩𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘊𝘩𝘢𝘷𝘦𝘻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora