Llevaba cuatro meses de novia con Henry. Cuatro meses perfectos hasta que llegó Lydia para acabar con todo. Tuvieron que meterla en la prisión por el simple hecho de que sea la hija de Alpha. En una ocasión, Henry la dejó libre, pero no le salió tan bien. Los terminaron llevando presos a los dos.
Cada tanto lo iba a visitar, hasta que en uno de esos encuentros tuvimos una charla distinta.
─Me escuchas cuando te hablo? En unos días ya te van a sacar de acá Henry ─Le dije angustiada, me quería terminar solo porque no sabía cuando lo iban a dejar libre
─Es lo mejor para nosotros ─Dijo sin preocuparse
Me sacó de quicio.
─Sabés qué? ─Dije levantándome enojada ─Tenés razón. Dejemos todo acá. ─Acoté mientras me iba.
Mientras caminaba de vuelta hacia mi casa, me largué a llorar de la impotencia. Me molestó el hecho de que Henry me deje por una piba que conoce hace menos de un mes, algo que era más que obvio.
Llegué y lo primero que hice fue subir y encerrarme en mi habitación. Simplemente quería dormir y no pensar en nada.
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Me levanté sin entender nada. Me dolía la cabeza a más no poder y sentía los ojos hinchados. Mientras me sentaba en la cama me pasé las manos por la cara para despabilarme. Miré unos segundos a un punto fijo para tratar de entender que era lo que me había pasado. Me agarré la cien al acordarme, tratando de ignorar lo sucedido y seguir con lo mío. Me levanté y fuí al baño para arreglar un poco el desastre de mi cara después de llorar un buen rato.
Bajé y lo primero que vi fue a Daryl hablando con Carol, quien lucía preocupada.
─Ro, justo estábamos hablando de vos, ¿cómo te sentís? ─Dice Carol con cara triste
─Bien ─Tratando de disimular ─bueno, en realidad no.
Carol me miró más preocupada todavía
─Ay bueno, tranqui, ya se le va a pasar, así son todos los adolescentes.
Daryl lo único que hacía era mirarme de arriba a bajo.
─Ojalá que si pero bueno, estaba muy convencido de su decisión y me parece perfecto, que haga lo que el quiera. Al fin y al cabo, es su vida, no la mía. ─Acoté decepcionada. Sinceramente me dolía, pero bueno tampoco lo voy a obligar.
─Obviamente. Capaz no es necesario que vuelvan, pueden ser amigos y ya está.
─Si, que se yo. ─Dije triste
─Bueno chicos, yo me voy, tengo un par de tareas pendientes por acá. Ya vengo.
Suspiré, pero ésta vez fue un suspiro de liberación. Necesitaba hablar con alguien.
─No entiendo a los adolescentes ─Dice Daryl rompiendo el hielo
─Sabes por qué no los entendés? ─Lo miré enojada ─Porque yo no soy más una adolescente. Tengo 19 años Daryl. ─Le dije haciendo una sonrisa sarcástica
─Para mi lo seguís siendo.
─Vos y yo nunca nos vamos a entender. ─le dije estresada
─Opino lo mismo ─con cara sarcástica también
Daryl y yo nunca nos pudimos llevar tanto. A veces lo quería y a veces lo odiaba, es literalmente amor odio.
Daryl se empezó a reír
─De que te reís estúpido? ─le dije cruzándome de brazos
─Sos linda eh, y más cuando te enojas. ─dice sonriente
Me sorprendió. Nunca imaginé a Daryl diciendo eso, y menos a mí.
─Qu-que cosa? ─ya me puso nerviosa
─No nada, me da risa cuando te enojas. ─Me toma de tonta.
─No te hagas el boludo. ─Me estaba aguantando la risa. Cada vez que me pongo nerviosa me empiezo a reír y no se como disimular.
Daryl solo se reía de mí.
─Vos también estás lindo. ─No aguantaba más, necesitaba decirlo.
Daryl se dejó de reír pero mantuvo la sonrisa.
─Ah mirá vos, ahí la tenes a la ofendida.
Nos reímos los dos.
─Como no voy a estar ofendida si me decís que soy una adolescente teniendo 19 años? ─le dije riéndome
─Bueno bueno, ya no sos más adolescente. Estás grande y hermosa. Listo? ¿Contenta?
Me reí pero ésta vez de vergüenza
─Ahí va. ─le dije más convencida
Sinceramente le tenía muchas ganas a Daryl, pero es un amor platónico. Es muy mayor como para estar conmigo. Por eso no creo que se me dé nunca.
Parece que estaba equivocada.
Se levantó y vino hacia mí, con una sonrisa pícara. Me agarró del mentón para elevar mi mirada hacia él.
─Sos demasiado linda, y también demasiado menor ─dijo riéndose.
─Y bueno, mientras más prohibido más ganas me da. ─dije medio pícara también.
Alzó las cejas ante mi respuesta.
Me miro los labios con deseo y se acercó más a mí. Tanto que ya le sentía la reparación. Estaba por suceder algo que anhelaba desde que lo conocí, hasta que se escucha gente conversando afuera de la casa. Mierda. Inmediatamente Daryl volvió a su lugar renegando.
Justo entró Carol con Rosita.
─Ay hola, como te sentís? ─Me dice Rosita preocupada. Se enteraron lo que pasó con Henry. ¿Cómo?, no sé. Según yo solamente lo sabía Carol, lo más probable es que ella le haya contado.
─Mejor, Daryl me consoló un rato. ─les dije nerviosa, soy muy mala disimulando.
─Que bueno, mejor así. ─acota Carol.
─Llevensela, ya me tiene cansado con sus problemas adolescentes. ─dice Daryl con gracia
─Que chistoso ─le dije fingiendo una risa
─Bueno basta, lo único que falta es que se peleen ustedes. ─dice Carol agarrándose la cabeza.
Nos reímos un rato. La pasamos re bien. Lástima que no sucedió nada más con Daryl ésa noche. Necesitábamos encontrar el momento para juntarnos los dos a solas. Nos necesitamos.
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que suspenso, no? quédense tranquilas chicas, obviamente que va a haber p2.bueno nada espero que les haya gustado, es la 2da vez que hago one shots y la verdad me veo bastante bien para los próximos.
𐙚971 palabras
