Encuentro

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 El corazón del Duque latía con desesperación no sabía si era porque tenía miedo o por haber descubierto identidad del destripador de Milton Keynes, que pasaría con el? Lord Pérez le quitaría la vida? Sentía el frío viento golpear su rostro, pero su cuerpo era cobijado por el dulce calor que el cuerpo de Lord Pérez emanaba, podía oler el dulce olor de su colonia mezclada con su sudor lo cual hacia que Max se pegará más a su cuerpo varonil.

No intercambiaron palabra alguna durante el camino hasta que se refugiaron en la comodidad del estudio de Lord Pérez en Oxfordshire, como todo un caballero Lord Pérez bajo el delicado cuerpo de Max de su caballo cargandolo en estilo nupcial, Max coloco sus brazos alrededor del cuello de este arropandose en su cuello y se adentraron al interior de ese estudio donde muchas veces habían convivido. Lo condujo hasta dejarlo acostado en el amplio sofá de terciopelo rojo, cuando se alejo de Max pudo ver su rostro sonrrojado y su pecho subir rápidamente, desde siempre había deseado al Duque pero por circunstancias del destino no habían podido estar juntos, Max había sido obligado a casarse con Lord Ricciardo, un noble 15 años mayor que él. Y aunque la ceremonia se llegó a cabo desgraciadamente el matrimonio no fue consumando ya que Lord Ricciardo había sido emboscado por ladrones cuando se dirigía a su residencia en Aylesbury de eso ya habían pasado 6 meses y con un matrimonio fracasado pero una jugosa herencia Max había regresado a casa de su padre, o eso creía.

Les sirvió a ambos dos copas generosas de coñac y Max  bebio de un trago el suyo, algo no muy educado, Lord Pérez solo lo vio e imito su gesto, después se acercó a la ventana dándole la espalda y vio como sacaba su pistola de su funda, la luz se luna era lo único que los alumbraba, tenía miedo de lo que pasará con él debía actuar rápido convencer a Lord Pérez que el no hablaría, que no revelaría su identidad a nadie.

Tomo valor y le pregunto por su futuro.

M: Que va pasar conmigo? Va a matarme?

S: Sabes muy bien que no puedo dejarte ir después de que te has enterado de la verdad, no tengo intenciones de dañarte Max pero no tengo alternativa.

Dijo Lord Pérez volteando hacia Max con pistola en mano.

M: No te basta mi palabra de honor? Nos conocemos desde hace años, sabes muy bien que no te traicionaría, yo puedo guardar tu secreto no hay necesidad de que haya más muerte está noche.

S: No, me temo que está vez eso no será suficiente.

Lord Pérez se acercó al duque que como un gato asustado temblaba en el sofá de terciopelo, acaricio su hermoso cabello rubio y se deleitó con el olor que emanaba, cargo su arma y la coloco en la parte posterior de la cabeza del Duque. Max solo espero su final que de nuevo no llego.

S: Hay una solución...

M: Cuál?

Max sintió como el arma era retirada de su cabeza y puesta en la mesita que estaba a su costado, vio como Lord Pérez se sentó a su lado y tomo una de sus delicadas manos y la beso con ternura.

S: Cásate conmigo... Se mi esposo Max

M: Casarme contigo?

S: Si Max, vivirás aquí en mi castillo. Me ayudaría saber que no le dirás al General Marko acerca de mi verdadera identidad y a ninguna otra persona incluida tu padre. De todas maneras al convertirte en mi esposo aunque las autoridades te preguntarán no podrían usar nada de lo que dijeras en mi contra en un tribunal.

Max quitó sus manos con rapidez, lo que le había dicho Lord Pérez lo había incomodado, savia muy bien como eran las leyes de su país con respecto a los hombres casados aunque el gritara a los 4 vientos la identidad de Lord Pérez nadie lo escucharía. Aunque siendo el un duque no pertenecia a la nobleza, ya que su padre es el que había heredado la fortuna y el título de su fallecida madre a comparación de Lord Pérez el cuál era hijo de uno de los príncipes de Inglaterra, pero no le gustaba portar ese título ya que él nunca se creía mejor que otros y siempre se manejaba con un bajo perfil.

The Duke & Highwayman Donde viven las historias. Descúbrelo ahora