life is strange, husseyz.

uno

era casi las seis de la tarde cuando los pasos sordos de la joven australiana resonaron en el concreto de alguna vereda, unas viejas converse arrastrándose por la suciedad de las infinitas calles de arcadia bay,
situada en alguna parte de oregón. el golpeteo de su corazón era rápido, suficiente como para sentirlo directamente en sus oídos. constante y rítmico, le recordaba que estaba viva.

y también que minji ya no lo estaba.

de nuevo, un nudo se forma en los profundidades de su garganta, es sofocante, pero las lágrimas nunca llegan y lo único que siente subir es la bilis que había estado soltando desde las una. minji ya no estaba viva, se repite, y el mal sabor de boca vuelve. su pecho quema, le escuece, como una herida abierta a la que se le echa sal. sus pasos se vuelven más forzados cuando siente que sus entrañas se retuercen dolorosamente y danielle desea nunca haber vuelto a esa asquerosa ciudad.

el panorama en frente solo actúa como algún tipo de veneno siendo embarrado en su corazón; la academia blackwell se ceñía orgullosa, paredes malgastadas y los ladrillos a punto de quebrantarse llenando su campo de visión. era aplastante, y danielle se encontró aferrándose a una baranda oxidada a su lado. minji está muerta.

oh.

respira. inhala con dificultad, pero el aire comienza a  escapársele como polvo entre los dedos. los recuerdos de la coreana la comienzan a sofocar. entre besos torpes y promesas de una amistad eterna, danielle recuerda haberse enamorado de kim minji, su mejor amiga y también, su primer amor. también recuerda los ojitos brillosos de esa niña de 16 años rogándole porque se quedara en la ciudad, como sus dedos grandes y chuecos se aferraban a los suyos con tal de mantenerla a su lado. era cruel. danielle nunca tuvo la oportunidad de despedirse de verdad, porque la última vez que la vio, con lágrimas escurriendo y la nariz cubierta de mocos, le dijo que volvería. se prometieron volver a ver.

pero kim minji nunca cumplió su promesa. danielle recuerda, y de repente, el pitido en sus oídos es tan ensordecedor que se desploma. la vista borrosas del pavimento en conjunto a lo que se parece las extremidades de un ciervo es lo último que llena su campo de visión, hasta que todo se vuelve negro.

siente su cuerpo ligero cuando sus ojos se vuelven abrir, las lágrimas secas hacen sus mejillas se sientan pegajosas. pero no está en frente de la academia y el repentino salto que da para sentarse hace que un mareo la recorra por completo. el clima es frío, viento atronador golpea martilleante las hojas de árboles masivos. parpadea y procesa, danielle recuerda esta parte de arcadia bay como el área del paisaje costero, el lugar en que vio a minji por última vez. paseando la lengua por sus labios rotos, danielle se levanta casi desesperada, el miedo nublando sus sentidos. es una tormenta eléctrica, pero no sabe exactamente qué está pasando ni porqué está ahí.

arena y barro húmedo es todo lo que ve cuando se da vueltas en su lugar y comienza a caminar, los truenos haciendo una melodía ensordecedora en conjunto al pitido de sus oídos. cuenta hasta diez y está a punto de correr hacia atrás cuando una figura casi angelical se mueve a través de los troncos. dos astas altas y rígidas encima de una cabecita y un rostro inocente. un ciervo, pero no parece estar vivo y la australiana se queda en blanco mientras intenta pensar en la razón de porque está en medio de un bosque con un animal fantasmal que la observa por unos segundos, elegante.

hasta que corre.

y por supuesto, danielle lo sigue. hay algo que la atrae como un imán, curiosidad tal vez, en el momento sólo sabe que actúa por un instinto, y sus piernas comienzan a moverse por sí solas, sumergiéndola en la oscura vegetación.

sus pies se abren paso y se hunden en la tierra mojada, pero sigue, y se fuerza a sí misma, siguiendo  al reno como si fuese la dirección a una respuesta.

el ciervo desaparece, sus patas haciendo crujir las ramas decorando el suelo sucio hasta perderse en la otra dirección, danielle para, y el paisaje en frente hace que se le vaya la respiración.

el lago en que alguna vez pudo disfrutar es movido violentamente por truenos y viento, olas pequeñas creándose a la par de las ondas hasta que ve hacia arriba. la luz parpadeante de un faro ilumina los alrededores. blanca, tanto que tiene que levantar su brazo para cubrir sus ojos cuando comienza a doler.

es como si su cerebro se hubiese apagado de un momento a otro, ningún pensamiento le recorre la cabeza más que arcadia bay está siendo arrasada por un tornado. la luz del faro sigue parpadeando, y danielle procura mantener su vista en ella cuando una parte de la construcción se desprende y vuela hasta su dirección.

todo se derrumba en su interior y danielle no sabe exactamente qué pasa, una imagen negra la cubre y su cuerpo parece estar flotando en alguna parte de un túnel que la lleva hacia abajo. un pitido suave hace que sus oídos palpiten de dolor. despierta.

—marsh danielle —la voz ronca del profesor jefferson le hace retumbar la cabeza y se levanta casi por instinto. ocho pares de ojos la observan, curiosos, burlones, y es capaz de reconocer a algunos como sus compañeros de la academia, de hace años atrás. las cejas del hombre están a unos centímetros de tocarse por fruncir el ceño, danielle discierne algo de decepción tras el vidrio reluciente de sus lentes. —, como has capturado nuestro interés y claramente quieres unirte a la conversación, ¿puedes compartir con nosotros el proceso que dio origen a los primeros autorretratos?

la clase de fotografía, la información hace click en su cabeza. pero es confuso, eso fue antes de que dejara oregón por la enfermedad de su madre.

arcadia bay es extraña, y sinceramente danielle está a punto de llorar.