⭐Estrellas Pt2 | Stanford Pines Young/Stanley Pines Young ⭐

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Las manos que antes se sentían reconfortantes en tu piel, ahora eran simples recuerdos del hombre que alguna vez amaste, tu mano apretó la almohada que alguna vez compartieron.
Te sentías tan vacía en tu propia casa, la casa que habían estado esperando hacer con Ford durante años. ¿Dónde estaba él? En el sótano, en su estudio enorme en donde, a pesar que le rogaras, él jamás salía.

Suspiraste. Las ideas de llamar la atención de tu esposo eran muchas, pero te daba miedo llevarlas a cabo. ¿Podría hacerte daño? No, eras demasiado miedosa como para hacerlo. ¿Podría hacerlo pensar que alguien trataba de hacerte algo? No, nadie iba a ayudarte con eso.

Suspiraste al pensar que quizás la única opción con la que podría volver a ver a tu esposo luego de tanto tiempo sería... Desapareciendo... Al menos unos días. O algo así.

Era de noche, pero empacaste tus cosas en una pequeña maleta, algunas prendas, dinero, cosas preciadas para ti y una foto de ustedes, que era lo único que te quedaba de él.
Dejaste una nota, nada demasiado largo, ni que de pista de algún paradero tuyo, pero si algo que creías profundo: "Si decides volver a ser el esposo que yo alguna vez amé, llámame, siempre estaré de brazos abiertos para ti. Con amor; _____ _____."

Quisiste saludarlo, decirle algo, pero tan solo recordar cómo te hablo la última vez que quisiste decirle algo, te hizo retroceder y simplemente irte.

Salto de tiempo

Paso aproximadamente dos meses y medio, te habías hospedado en un hotel, alcoholizandote bastante más seguido de lo que lo hacías en tu propia casa. Anhelabas que Ford te llame, que te suplique que vuelvas, que busque tu paradero o al menos una mínima pista de él por viento y marea... Pero hasta ahora ni siquiera recibiste una llamada, una carta, un mensaje... Nada.

Estabas recostada en tu cama, mirando la foto de tu y tu esposo cubierta de lágrimas. Maldita sea, no podías resistirlo más, necesitabas volver...
Al menos a la comodidad de tu hogar, a esas sábanas que aún preservaban su olor, su silueta... Debías volver...

Te rendiste, así que simplemente tomaste tus cosas y saliste del hotel, caminando lentamente hacia tu cabaña. Pero te sorprendió ver qué había gente... Que la cabaña se veía abierta al público... Algo no era normal.

Algunas personas te miraban caminar hacia la entrada de la cabaña, algunos con pena, otros con curiosidad. Y una vez que entraste, lo viste... Entre medio de una multitud atontada por cosas extrañas, estaba él... ¿Stanford?

Lo miraste curiosa, se veía diferente, más alto, más relleno, con el cabello un poco más largo de lo que recordabas, pero era él... Tu Stanford...

Quisiste arrastrarte a él, abrazarlo, llorar, reclamarle el porque no te llamo nunca, porque no quiso saber de ti. Pero lo único que pudiste hacer fue quedarte mirando en silencio y verlo hablar sobre las idioteces, que estaba señalando... Todo era falso... ¿Por qué tu esposo mostraba cosas así teniendo en cuenta que en el pueblo habían miles de cosas extrañas y reales?

Te quedaste mirándolo y escuchándolo hablar toda la tarde... Incluso su forma de hablar había cambiado, su voz no era la misma voz tímida pero dulce, era más confiada y grave, lo que solo te hacía pensar que algo estaba terriblemente mal con él...

Él ya estaba cerrando, estaba de espaldas a ti, sonriendo y silbando, acomodando un par de cajas hasta que habló.

"Señorita, ya estamos cerrando, si le gustó el lugar, puede volver mañana."

Te quedaste atónita, te estaba hablando como si fueras una completa desconocida...

"Umm, Stanford... Lamento haberme ido... Pero no debes tratarme como si fuera alguien desconocida..." Tu voz sonó incluso herida, eso fue lo que lo hizo voltearse.

No tenías idea de que él no era Stanford...

Oh, él te había visto, reconocería tu rostro en donde sea, en el diario de su hermano, o al menos en el primero, habían demasiadas cosas de ti... Eras la esposa de su hermano... Solo conocía tu nombre por la nota que habías dejado, él la leyó después de que su hermano terminará entrando en ese portal...

Su mirada se sorprendió al encontrarse con la tuya, sus ojos no eran celestes como los de tu amado, estos eran cafes... Algo estaba realmente mal con este hombre.

"Wow, Satara... Creí que te ibas a ir para siempre..." Trato de hablar como si te conociera, pero claramente no podía siquiera hacer un tono parecido al de su hermano, no servía para esto...

Pero tan solo escuchar tu nombre de sus labios hizo que no pudieras reaccionar, él se veía como el hombre que amabas, al menos en cierta parte, y con eso te bastaba.

Corriste a sus brazos, abrazándolo con fuerza mientras tú rostro se escondía en su pecho. Empezaste a sollozar antes de lo debido, y él se sintió en pánico, no sabía cómo hablar con mujeres, mucho menos sabía cómo consolarlas, y mucho menos sabía consolar a la mujer de su hermano haciéndose pasar por él...

Lo único que pudo hacer es abrazarte de vuelta, pasar una de sus manos por tu espalda y otra por tu cabello, escuchandote sollozar adolorida, como si el dolor de no haberlo podido ver fuera insoportable. Para ti, lo fue.

Lo único que podía hacer es decirte exactamente lo que querías oir, al menos así no se sentiría tan mal por verte así.

"Lamento no haberte llamado, sentí que no sería apropiado... Aún más teniendo en cuenta que te fuiste por mi culpa..." Él ni siquiera sabía lo que su hermano había hecho para que te fueras, pero teniendo en cuenta la forma en la que llorabas, seguro fue algo muy grave.

"No importa... No importa, mi cielo... Solo quiero estar contigo..." Sollozaste en el pecho de el hombre, tus manos lo apretaban fuertemente contra ti, queriendo tenerlo contigo para siempre.

Sentiste como sus dedos acariciaban tu cabello, como él solía hacerlo... Sentías un dedo menos en su mano... Pero probablemente era tu imaginación.
Prontamente, de tanto llorar, terminaste quedándote dormida en los brazos de quién imaginabas, era tu hombre, quien ahora sí te sostenía con cariño, te llevaba hacia la cama y te arropaba con cuidado... Esta noche si podría dormir bien.

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⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

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