En donde Minho trabaja como repartidor de pollo y todos los días sin falta hace entrega a domicilio en la casa donde vive el chico que le gusta.
Donde un día por accidente comete el error de no cambiarse de ropa y así termina por revelar su secreto...
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Minho salió del departamento de Jisung sintiéndose un poco más relajado, confiado en que, tal como Jisung había dicho, nada pasaría. Caminó hacia su trabajo, tratando de dejar atrás todo el caos de su identidad secreta. Al llegar, fue directo a los vestidores para cambiarse de ropa, quitarse aquel traje y ponerse su uniforme.
Cuando salió, Chaeryeong, lo miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.
— ¿Has revisado las redes sociales hoy? — le preguntó, inclinándose hacia él con un aire de confidencia.
Minho frunció el ceño, desconcertado. — No, ¿por qué?
— Será mejor que lo hagas... — Chaeryeong le lanzó una mirada significativa antes de alejarse para seguir con su trabajo.
Intrigado y un poco ansioso, Minho sacó su teléfono y abrió sus redes. Lo primero que notó fue una cantidad inusual de notificaciones. Su cuenta de Twitter estaba explotando, con menciones y mensajes que no dejaban de llegar.
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