^✿°• Mi Novio Tsundere •° ✿⁠^ | HanKnow

•° 10 °•

Viernes, 7:17 de la mañana.

Los suaves rayos del sol caían delicadamente sobre su rostro, acentuando sus esculpidas facciones. Sentía sutiles y lentas caricias en su cabello que poco a poco lo iban sacando del mundo de los sueños. Una baja queja retumbó bajamente en su garganta mientras volteaba su cara al lado contrario, apoyando su otra mejilla en el pecho de Jisung, tratando de escapar de la luz solar que se colaba entre las persianas.

El castaño soltó una baja risita, aún acariciando suavemente el rojizo cabello de Minho mientras seguía acostado sobre su pecho.

La noche anterior, luego de un rato de su apasionado encuentro y, como lo había sugerido, tomaron una ducha. Juntos. La cual escaló poco a poco hasta volverse una acalorada sesión de besos y caricias, pero no llegaron más lejos que eso. Estaban bastante cansados, y satisfechos.

Luego del baño, Jisung cargó al pelirrojo hasta la cama de nuevo, igual que como lo había llevado antes. Ambos se colocaron ropa cómoda para dormir, El castaño con una camiseta sin mangas y unos pantalones deportivos, y el mayor con un hoodie de cuello ancho que dejaba a la vista sus clavículas y caía por uno de sus hombros y unos shorts de tela de algodón. Se acurrucaron en la cama debajo de las frazadas para dormir, y Minho poco a poco se fué acomodando hasta quedar sobre el pecho de Jisung, el menor rodeando su cintura con uno de sus brazos y dejando pequeños besos en su coronilla.

Sinceramente, no podía pedir más.

Hasta llegar a este punto, en el que Minho parecía no querer separarse de él.

- Hyung~

- ¿Mm?

- Bueno días, Hyung.

- Mmm...

Jisung rió bajamente, sus manos pasando por la espalda baja de su novio y lentamente por debajo de su hoodie, acariciando su suave piel. El pelirrojo solo soltó un bajo y perezoso sonido antes de suspirar, aún sin moverse de sobre el pecho del menor.

El castaño podía alcanzar a ver las marcas de chupetones entre el cuello y hombro descubierto de Lee. Un hermoso recordatorio de que solo él tuvo el privilegio de marcar su piel con sellos de amor y pasión; un recordatorio de que era suyo y solo suyo.

- Uhg... —Se quejó bajamente, a penas levantando un poco su cabeza del pecho del menor, frotando suavemente uno de sus ojos con su mano, abriendo estos poco a poco para acostumbrarse a la luz. Aún sintiendo las suaves caricias de Jisung en su espalda baja se removió un poco, reprimiendo un bajo quejido— Ah, mierda... —Maldijo por lo bajo—

- ¿Qué pasa? —Preguntó el castaño suavemente, mirando al mayor fruncir levemente el ceño con algo de incomodidad—

Minho miró a Jisung por un momento, sintiendo sus mejillas arder levemente y apartando la mirada a un lado, volviendo a recostarse sobre su pecho y pasando sus brazos al rededor de su cuello.

- Me... Duele malditamente todo... —Murmuró, reprimiendo una queja al remover un poco sus piernas para apegarse más hacia el castaño. Sus músculos dolían como si hubiese hecho una intensa sesión de ejercicio, especialmente sus piernas y abdomen... y un poco su cadera—

- Oh... —Soltó bajamente, una leve sonrisa cruzó por sus labios al recordar a Minho la noche anterior pidiendo por más. Aunque podría soltar algún comentario burlón, no lo haría... de momento. Sus manos se movieron suavemente más arriba acarciciando la espalda de su novio— ¿Quiere que le traiga una pastilla?

- Me serviría... —A pesar de su respuesta, Minho se aferró un poco más fuerte al menor, sus brazos aún rodeando el cuello de este, sin querer separarse todavía. Se movió un poco aún con la incómoda tensión en sus músculos, solo para cambiar de posición, ahora ambos acostados de lado y él ocultando su rostro en la curva del cuello de Jisung, olisqueando su atractivo aroma, el menor todavía con sus manos acariciando su espalda por dentro de su hoodie; que la verdad, le gustaba la sensación— Pero, en un rato... —Dijo bajamente, cerrando sus ojos de nuevo, cómodo con la cercanía y calidéz de su novio—