Souls in Teyvat (CANCELADA)

Capítulo 6: La tía Kayo tenía hambre

Después de dejar a la mujer rosa en la sala de reuniones, me di cuenta de que tenía que huir por un rato.

La mujer rosa es demasiado mezquina para olvidar esto, así que correr no va a solucionar nada, pero si puedo retrasar el castigo, estoy a favor.

Así que decidí molestar a Ayato. Sí, así de simple, lo voy a molestar. Incluso si desde mi punto de vista lo vi ayer, hablar de la comida de la tía Kayo me dio hambre, y quedarme aquí no es una opción.

Así que aquí vamos!

Por suerte la casa de Ayato está muy cerca del santuario, pero quizás no sea suerte. Si no viviera cerca no me molestaría en visitarlo. Pero lo que sí haré es no acercarme más al bosque.

No quiero pensar más en ese maldito hombre, porque cada vez que pienso en él me siento impotente, y no me gusta el hecho de que mientras yo soy feliz haya alguien ahí fuera sufriendo tanto. Como dicen, ojos que no ven, corazón que no siente.

Mira, justo cuando estaba pensando en alguna estupidez, ya estaba en la entrada de la casa Kamisato, mirando las caras resignadas de los guardias. Es mi deber como miembro del santuario, incluso como miembro no oficial, saludar a los hombres y mujeres que valientemente deciden protegernos a nosotros, los ricos malcriados.

"Os saludo, Guardia A y Guardia B. Que sepáis que en caso de que caigáis en batalla protegiendo a vuestros nobles amos me dignaré a depositar una flor en vuestra fría y húmeda tumba, dije con el tono de voz más noble que pude reunir".

"...."

¿Ves?, el hecho de que no respondan es porque reconocen mi disposición a honrar su sacrificio.

Uno de ellos parecía enojado al escucharme.

"Jaja, eres nuevo aquí ¿verdad?", le pregunté al rostro desconocido.

"Sí, y lo que dijiste es demasiado-"

"Oye, novato, mejor cállate la boca. Es del santuario", le dijo el guardia mayor.

Sí, este tipo es sensato. ¿Por qué el novato se vería enojado de todos modos?

"Sí, puedo ver su hakama, pero incluso entonces-"

"Kenshin, entra. La señora nos dijo que eres libre de entrar", otro me miró y me hizo un gesto para que entrara.

"Hmm, veo que eres una persona sensata. Que tu artritis sea leve y tu Alzheimer lento. Parecía estar entrando en años, así que desearle buena salud para sus últimos años en este mundo después de haber dedicado su vida a proteger a un extraño era lo mínimo que podía hacer".

"¡Sama Mizuhiro! ¿Va a dejar que este niño lo insulte? Incluso si es del santuario, no se le debería permitir..."

"Nobuhiro, no es que tenga miedo del santuario. Si se lo dijera, el chico sería reprendido, pero siento que el chico está tratando de desearnos lo mejor, a su manera extraña y grosera. Además, ten cuidado de que no te escuche, es conocido por otro nombre".

"¿Q-Qué nombre?"

"El bebé que da bofetadas".

"¡¿E-E-Es él?! Pensé que era una leyenda para asustarnos a los novatos".

Mientras me acercaba a la puerta de la casa principal, escuché a los guardias decir algo, pero no me importó. Ya les concedí mis bendiciones en forma de palabras y eso es todo lo que estoy dispuesto a hacer por hoy.

"¡Tía Kayo! ¡Vine a jugar con Ayato!", grité nada más entrar. Aunque viniera a molestar al chico serio, necesitaba decirlo amablemente delante de la tía Kayo.