"Él es mejor manipulando, ninguna mujer podría detenerlo"
"Es como una droga, una vez que lo pruebas quieres más y más de él, te haces adicto a él, y no hay vuelta atrás"
"No solo se metió en mi cabeza, también en mi corazón, y lo quiero solo para m...
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26 de agosto
Pov Namjoon
La luz del sol entra por la ventana, mientras que la cortina es ligeramente levantada por el viento que entra por la ventana abierta, a pesar de que es ligero, es frío, y eso lo confirmo cuando mi vista vuelve a su espalda, su piel erizada por la corriente de aire que acaba de entrar.
Su delgada figura es tan adictiva, su pequeña espalda que se conecta con su estrecha cintura, y sus caderas un poco más anchas, mi vista sigue bajando hasta encontrarse con la parte más gloriosa de su cuerpo, su trasero, que no deja de rebotar sobre mi.
Es majestuoso, he tomado a un ángel y lo he corrompido de la manera más sucia.
Todo en él es perfecto, incluso sus tatuajes en su cuerpo, tiene tres, pero definitivamente mi favorito son las fases de la Luna que adornan su espalda.
—Ah~ ah~
Gimotea, y veo como se inclina hacia adelante, sacando casi por completo mi miembro de su interior, dejando solo el glande dentro, para después estampar su glorioso culo contra mi pelvis haciéndome gemir, voltea su cabeza por encima de su hombro y conectamos nuestras miradas, dirige su mano derecha hasta su nalga y la aprieta, sin dejarme de ver y gime mordiendo su labio.
Estampa su trasero contra mi pelvis una y otra vez, y sus uñas se entierran en su lechosa piel, tomo su otra nalga apretando, y entonces él vuelve a retomar su posición, se apoya en la cama con ambas manos y vuelve a mover su trasero de arriba hacia abajo.
Es tan bueno montando, es todo un profesional, siempre me lleva a mis límites, sabe cómo provocarme y hacer que mi orgasmo llegue, y eso me hace preguntarme, ¿Con cuántos hombres habrá estado antes? Me enfurece el solo pensarlo.
Así que sin pensarlo, sujeto su cintura y comienzo a embestirlo.
—Ah~ S-sí ~ mmh~
Se que su orgasmo está cerca, lo conozco tan bien que sé que masturbará para llegar.
Y justo eso es lo que sucede a continuación, comienza a masturbarse con una mano, mientras que con la otra se sigue apoyando en la cama y acelera sus movimientos, se restriega contra mi sin piedad, y finalmente lo veo estremecerse, y aunque no lo vea, se que ha llegado.
Su orgasmo fue tan agotador que observo como su cuerpo cae en la cama, aún con espasmos.
Y solo eso es lo que necesitaba para terminar, observar su pequeño y delicado cuerpo sobre la cama, retorciéndose de placer. Así que me levanto rápidamente subiéndome en él y aprisiono sus piernas entre las mías, me masturbo desesperadamente y finalmente llego a mi tan esperado orgasmo, corriéndome en su trasero.
