Al ir al colegio una nube de sombras invade mi mente, escucho un sonido familiar. Sin prestar atención me subo al transporte público que todos los días pasa a las 6:50 am siempre puntual. De nuevo escucho ese sonido ahora con más claridad que antes, esa canción esa maldita canción que solo me lleva a ese momento en el que todo pasó.
Es septiembre del 2007 estoy a penas en mi primer día de colegio soy de nuevo ingreso y eso me llena de mucha ansiedad pero estoy segura que voy a tener amigos porque en la escuela era muy popular tengo grandes expectativas, tengo a mi hermana a dos grados superiores que yo y eso me mantiene en familia. Siempre estaba segura que no iría a un colegio que yo quiera sino al que mi mamá escogiera para mi, tampoco tengo buenas calificaciones y eso reduce mis posibilidades de refutarla.
Llego a mi salón y observo chicos y chicas de mi edad y me siento tranquila, al llegar a mi asiento que desde lejos escogí sabiendo que no me gusta sentarme adelante porque siempre los maestros suelen preguntar a los de adelante, me siento y una chica me pregunta:
- hola
- hola- respondo con un tono amistoso
- como te llamas- me pregunta
La observo y me doy cuenta que es una chica muy linda con ojos de color miel
- Laura- respondo al instante
- yo me llamo Valentina- dice en forma muy amistosa
Al instante una voz gruesa me hace regresar a la realidad
- parada las orquídeas- menciona el conductor
Me bajo rápidamente pensando porque había recordado esos momentos que de alguna forma ya había olvidado o tal vez dejé a un lado para poder sobrellevar mi vida.
Llego al colegio de forma apresurada ya que me doy cuenta que estoy atrasada, al caminar por el pasillo del 5to piso donde queda mi salón; siento una mirada de aquellas que te comen de pies a cabeza, giro levemente y observo a un chico en el salón de alado no lo conozco nunca lo había visto, cruzamos miradas fugaces y con una sonrisa coqueta ingresa a su salón, eso me desencaja pero debo ingresar, durante las primeras horas pienso en ese joven alto de facciones casi perfectas y ojos verdes casi como salido de un poema de Lorca. No presto atención a la clase de Matemáticas siempre son tan aburridas pero de imprevisto mientras mi mente volaba en la imaginación mi profesor un señor casi anciano de cabello negro y graso al que todos los estudiantes apodaban lobo me interrumpe
-señorita Laura- en tono desafiante
- si? Dígame- respondo ante tal susto
- responda por favor lo que le acabo de preguntar-
- lo siento no lo escuché- menciono con gran pena, sabiendo claramente lo que se avecina
- siempre es lo mismo sino quiere estar aquí la invito q salir- dice con voz aguda
- ok entonces salgo- digo determinada a no aguantar la charla aburrida sobre poner atención a clases-
Furioso abre la puerta y salgo. Sabía que esa acción tenía consecuencias sin embargo soy tan fulminante en mis decisiones que suelo arrepentirme al instante. Camino por el pasillo cabizbaja y al estar en el último piso casi para llegar al patio lo observo de lejos otra vez ese chico. Camino sin prestar atención y tratando de ser invisible pero siento otros vez esa mirada.
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Sombras en el mes de noviembre
Teen FictionLaura, una chica de típicas facciones. Quien pensaría que en noviembre toda su vida diera un giro.