Capitulo I El Pequeño Nolan

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Reino de Asturias Siglo VIII. En un pueblo pequeño de la región de Asturias nacio en una noche fria de Otoño un bebe llamado Nolan. Su madre, Meira, apenas de 16 años dio a luz al pequeño. Tanto su madre como su padre la acompañaban en el momento del parto. Meira, era una muchacha muy bella de cabellos largos, un tanto inocente, de muy buen corazon. Pero esa noche se sentia totalmente desolada y confundida ya que el padre del niño, un joven bien parecido pero irreponsable, los habia abandonado a ambos al enterarse que ella estaba embarazada.

Meira era una chica de muchas amistades y se enamoro perdidamente de Eli, el era el hijo del dueño de la taberna del pueblo. Ambos solian verse a escondidas ya que sus padres eran bastantes estrictos. Su papa era un hombre muy sabio, al cual todos en el pueblo lo buscaban por sus consejos. El era considerado el padre de todos, asi lo conocian y al ver a su hija embarazada, habia quedado en verguenza ante toda la comunidad. El dia que se entero que Meira estaba embarazada, no alzo su voz, no se enojo. Solo estaba muy decepcionado, habia una gran tristeza en sus ojos, su mirada lo delataba. Meira no dejaba de llorar pues nunca habia visto a su padre asi.

– No estoy molesto contigo, le dijo Ferdinand su padre. – Tu sabias lo que te deparaba el futuro si cometias una equivocacion de tal magnitud. Has condenado no solo a ti, si no a tu decendencia a vivir el sufrimiento del abandono. Ya ves el padre de tu hijo se ha fugado y no quiere hacerse cargo de los dos. Pero aqui estoy yo y tu madre para velar por ti, al ser tus padres tu fuistes encomendada por el altisimo a nosotros, y al ser tu la niña de nuestros ojos, velaremos por ese pedazo de ti, que es tu hijo, como si fuera nuestro tambien. A el jamas le faltara nada sera un niño muy bendecido, alegre y lleno del amor de Dios. Sera un guerrero de la Luz, Mi pequeño Guerrero. Te llamaras Nolan que significa descendiente de un luchador, como tu abuelo. Un verdadero campeon.

Nolan fue creciendo junto al amor de su madre y sus abuelos. Meira ayudaba a sus padres en la recoleccion de siembras de trigo y a cuidar los rebaños de su padre. Nolan siempre la acompañaba cuando era un infante y jugaba en los grandes campos llenos de siembras, aveces se le perdia a Meira, quien asustada comenzaba a llamarle y ya aparecia Nolan con la cara sucia y sus manos llenas de tierra. Al mismo tiempo desde la edad de 9 años su abuelo le comenzaria a enseñar el arte de la espada. Nolan tambien ayudaba a su abuelo en los establos, ya que su Ferdinand poseia varias tierras que le habian sido heredadas, y despues de haber pertenecido por centurias a un pueblo nomada se habia establecido junto a su familia en un lugar fijo. 

Ferdinand solo tubo una hija, Meira, y ya no tubo mas hijos. Por lo mismo Nolan era el varon que siempre le hizo falta tener. Y el desbordo de amor por su nieto, entregandole todo a el. No solo dandole toda su sabiduria, sino que enseñandole todas sus destrezas que el habia aprendido en el campo de batalla. 

Ferdinand, el abuelo de Nolan, tambien había sido guardia del rey por algunos años pero debido a una fractura en su pie ya no había podido continuar. Pero el poseía un gran conocimiento heredado por su padre y su abuelo en el arte de la guerra. Ambos el bisabuelo y tatarabuelo de Nolan habían sido grandes guerreros de la tribu Nómada a la que pertenecían. Ademas de eso Ferdinand tenia un gran conocimiento ancestral una gran sabiduría y discernimiento dones otorgados para el uso de la Luz y el Bien.

Nolan tenia a un mejor amigo, desde los 3 años fue creciendo con el hijo de los vecinos, quien lo tuvieron ya mayores. Su nombre era Bruno, y era muy travieso, crecieron toda su infancia juntos al igual que la adolescencia. Despues de cumplir ambos 18 años, salian a la taverna mas cercana. Bruno era todo un casanova siempre con novias cada semana, y le encantaba andar de fiesta en fiesta con los amigos. Si un dia no eran peleas, otro dia eran lamentos del pobre Bruno que mas de alguna mujer le habia roto el corazon, al final era Nolan quien siempre resultaba consolandolo o separandolo de las peleas. 

Ambos eran muy guapos y eran muy populares entre las mujeres. Pero Nolan era excepcionalmente guapo. Nolan no era muy alto de estatura por eso siempre le llamaban el pequeño, pero tenia un rostro esculpido, piel tersa, unas cejas gruesas, hermosas y ojos cafés profundo, cabellos oscuros pero que al ponerse al sol tenia destellos dorados.  Pero su belleza mas que externa venia del interior. El proyectaba una luz inigualable. Al entrar en un espacio transmitía calidez y paz. Su sonrisa era otro de sus mayores y mas bellos atributos, ya que con solo una de sus sonrisas iluminaba a quien lo estuviera viendo en ese momento. Su cuerpo era sumamente atletico y poseia mucha agilidad fisica. 

 Bruno era mas alto de estatura cabellos negros y ojos azules. Era muy atractivo pero su rostro era mas tosco y tenia una cicatriz en su pómulo izquierdo de una pelea que había tenido de niño, en donde como siempre Nolan lo había rescatado. Bruno era muy bromista, al igual que Nolan ambos tenian un muy buen sentido del humor, siempre se les veia muy contentos y riendo, pasandosela bien. 

Pero ellos no andaban solos, ellos siempre estuvieron acompañados de una joven de cabello rizado color naranja como la zanahoria,  ella era Briceida. Briceida era una joven muy hermosa, bastante extrovertida, no muy amigable. Sus unicos amigos eran Nolan y Bruno, pero Briceida siempre había estado enamorada de Nolan, desde niña sus ojos siempre estaban puestos en el mas Nolan solo la veía como una hermana, lo que seria la causa de que se desatara un lucha en un futuro muy grande.  

Los tres juntos eran inseparables. 

El Pequeño Guerrero de la LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora