Advertencias: Intento de suicidio, ideaciones suicidas (Es muy breve pero esta ahí) control menta (implícito) manipulación, caricias no consensuales.
Nada demasiado over the top considerando las otras dos historias, al menos no en este capitulo.
Izuku Midoriya se despertó de nuevo en el infierno que era su vida. Un día más de mierda entre montones de días de mierda.
Le hubiese gustado tener a alguien a quien culpar por su mala fortuna, quizás sus padres por haberle dado la vida sin ningún don, quizás a Katsuki por ser su bully por excelencia, quizás a su escuela y profesores por no detener los malos tratos, quizás a la sociedad por ser de la manera en la que eran, quizás a sí mismo, por no haber tenido el coraje para terminar con todo esto antes.
No sabía a quién culpar, pero lo peor era que aún si encontrara a alguien, alguna persona en particular o entidad súper poderosa, de todas maneras dudaba tener la energía suficiente como para poder hacer sabidas sus quejas.
Izuku estaba simplemente tan cansado... tan extraordinariamente cansado de su vida, lo único que lo mantenía en pie cada día era su deseo ferviente de convertirse en héroe, pero eso algunos días ya ni siquiera le alcanzaba.
Con cada día que pasaba todo el mundo... su madre, Katsuki, sus compañeros de colegio, la sociedad misma, le recordaban una y otra vez que era demasiado débil e insignificante como para poder convertirse en un héroe. Con cada palabra, bien fuese destinada a hacerle daño o a orientarlo en lo que ellos pensaban que era mejor, solo servía para hacer que la llama que estaba dentro de su pecho se extinguiera un poquito más.
Lo que al principio había sido una pasión tan ferviente, brillante y caliente como el mismo sol, hoy en día era apenas una pequeña vela, cuyo calor no alcanzaba para calentarse las manos, cuya luz no era suficiente como para iluminar el camino que tenía delante.
Y quizás lo peor no era solamente su sueño siendo aplastado cada día, si no además lo solo que se sentía, su madre lo quería desde luego, la veía en las tardes cuando ella llegaba de llegar del trabajo, pero siempre estaba cansada y apenas parecía tener energía para ella misma, mucho menos le sobraría para compartirla con Izuku, por lo que él no pedía nada de ella, arreglaba la casa, hacía la comida, mantenía todo impecable, pero por mucho que se ocupara con las tareas del hogar o con sus tareas del colegio, no parecía ser suficiente como para llenar el gran vacío que se anidaba en su pecho.
Alrededor de su cumpleaños número 15 era cuando tenían que escoger escuela secundaria, sabía de sobra que estaba cometiendo un error, sabía que lo que estaba a punto de hacer solo haría que sus torturadores lo atacaran aún más, pero esa pequeña, minúscula llama dentro de su corazón le dijo que si no lo hacía ahora, se arrepentiría toda la vida, después de todo ¿Los milagros ocurren cierto?
...
Pues no... ciertamente no ocurren.
Izuku vio con la mirada vacía como su cuaderno de análisis de héroes se ahogaba en el estanque de los peces. Y con ello, sus últimas esperanzas en el futuro.
Las palabras que le había dicho Bakugo resonaban en su cabeza una y otra vez, como un eco infinito que en lugar de desvanecerse se hacía cada vez más y más fuerte, hasta llegar el punto donde podía ahogar el eco de su propia voz mental, hasta el punto donde lo único que podía escuchar dentro de su cabeza era esa voz cruel deseándole mejor suerte en su siguiente vida.
Izuku no sabía cómo había llegado al tejado del colegio, solo sabía que estaba muy, pero que muy cansado, que la oscuridad lo llamaba, susurrándole promesas de una vida mejor, una vida donde ya no tuviera que lidiar con todos estos problemas.
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Pecado Justificado. Una nueva vida
FanfictionSi había saltado de la azotea ¿Por que no estaba muerto? ¿Por que este Katsuki grande y fuerte lo trataba como si fuese algo precioso? Estaba confundido y no entendía nada, pero hey! a caballo regalado no se le ven los dientes, o mejor dicho a tu es...