I. Dulce caramelo

22 0 0
                                    

Pov John MacTavish

Cuando me enamoré de ti, cuando acepté pasar el resto de mi vida a tu lado y cuando te dije tantas veces que te amana y tú a mí...nunca esperé que acabáramos de esta manera, jamás pensé que lo que en algún momento se sintió como caramelo se volvería tan ácido que no podría soportarlo, sin embargo...nisiquiera siendo de ese modo podía dejarte ir, no podía soportar la idea de que te fueras de mi lado, aún cuando tenerte junto a mí era tan doloroso.

Todo es tu culpa, es todo tan malditamente tu culpa, no sé porque decidiste cambiar tan de repente al punto de que nos volvimos tan tóxicos, sin embargo nisiquiera eso es suficiente.

Escupeme en la cara si así lo deseas, no vas a hacer que cambie, en este punto de la historia ya no puedo dejarte ir, creo que odio seguir a tu lado, pero a la vez no me afecta seguir aquí, siento mi mundo temblar y volverme loco cada vez que te veo cerca de alguien más, no puedo soportar la idea de dejarte ir y que seas feliz con alguien más, no te amo, pero tampoco quiero que ames a alguien más que no sea yo...¿Es así? ¿En verdad ya no te amo? Ya no sé como funciona esto.

--¿Vas a seguir ahí tirado?--Mis ojos muertos se dirigieron a él cuando escuché su voz, lo veía fumar un cigarrillo mientras su mirada de odio se dirigía a mí y recorría mi cuerpo desnudo y herido, luego de una fuerte discusión que acabó en algunos forcejeos, en decirnos que estábamos hartos uno del otro, nuevamente acabamos aferrandonos uno al otro, no porque sintiéramos que se nos acababa el mundo si nos quedábamos sin el otro, sino por esa toxicidad que yacía en nuestros corazones.--Te ves asqueroso...deberías ir a ducharte...

--No te ves diferente ¿Sabes? Te vez igual de asqueroso que yo.--Pude escuchar una risa, sabíamos que las palabras del otro no nos provocaba nada, pero a la vez hería tan profundo que casi y sentía dolor físico.

Simon se acercó a mí con lentitud, apagando el cigarrillo contra mi piel, solté un jadeo de leve dolor...sinceramente ya estaba acostumbrado a esa sensación, tan acostumbrado que hasta se sentía adictivo.--Duchate conmigo entonces, si ambos estamos igual de sucios entonces no te debe de dar asco...mucho menos después de gemir como perra toda la noche.

Lo odiaba, lo odiaba tanto, sobre todo cuando decía cosas como esa, todo era su culpa, había logrado dañarme de tal manera, mi mente ya no era la misma de antes, todo es su culpa. Por su culpa, discutir ya no era suficiente para encontrar una excusa para separarnos, ahora discutir se sentía como droga, se sentía como una adicción de la cual no podría salir ni siquiera con terapia ni nada por el estilo, lo odiaba tanto, pero lo amo tanto. Nisiquiera el agua corriendo mi cuerpo era suficiente para sentirme limpio, todo lo que hacía con Simon se sentía tan asqueroso y doloroso, pero no quería parar, él dañó mi mente de tal manera...nunca pensé que fuese de este modo, siempre se había visto como el hombre perfecto, sin embargo estaba tan equivocado, conocí un lado de él que permanecía tan oculto...desgraciadamente me había enamorado de ese lado suyo también...¿Amor? ¿Verdaderamente lo que sentía era amor? ¿O simplemente estaba demasiado quebrado y dañado mentalmente que no podía ver la realidad?

Lo miré a los ojos, tratando de encontrar aunque sea un fragmento del hombre del que me enamoré alguna vez, pero no veía nada, no encontraba nada de él en sus ojos, se sentía tan sombrío como nunca.

Incluso cuando sus brazos abrazaban mi cuerpo como si quisiera consolarme, como si quisiera seguir engañando mi mente para que me quede a su lado.--Perdóname...

Nuevamente allí está, lograba manipularme de una manera que no entendía, aún cuando me daba cuenta de sus trucos no podía escapar de ellos, me tenía en la palma de su mano, me tenía tan perdido en sus juegos que no podía negarme a nada de lo que me dijera. Te odio, te odio tanto Simon Riley, conocerte fue mi entera perdición, ojalá jamás hubiese aceptado esto, enamorarme de ti, besar tus labios, dejar que tus manos posesivas se apoderaran de mí, te amo tanto...quiero dejarte, pero se siente como fuego quemandome el pensar en perderte, te quiero solo para mí, no quiero que nadie más te tenga ¿Cómo llegué a esto? ¿Cómo es que lograste romperme tanto mentalmente? ¿Cómo es que lograste quebrar mis éticas y mi moral? Siento que aunque me lo explicaras no lo entendería, porque no sé que pasa en tu mente, Simon...aunque quisiera no lo entendería, por eso es mejor así, porque si lo entendiera me volvería loco, más de lo que tú me haz vuelto.

Cuando te conocí no eras de este modo, no te veías tan enfermo, cuando te conocí ¿Ya estabas tan enfermo? ¿Acaso lo mantenías oculto o algo hizo que cambiaras? Quería creer que aún podía salvarte, sentía esas caricias tan suaves recorrer mi piel mientras nos duchabamos, me aferraba a ti con tanta fuerza mientras que me escondía en tu pecho, me sentía cansado, sabía que solo actuabas, no quedaba nada de cariño en ti que me pudieras dar, solo actuabas como si aún hubiese algo de ternura en ti para enredarme más y aunque yo lo sabía no podía evitar caer en ese truco. Después de todo, estaba tan obsesionado y desesperado por volver a ver al hombre que fuiste una vez que aceptaba placebos en su lugar, y lo sé, pero no puedo evitarlo ¿Por qué te gusta tanto jugar conmigo de esta manera? ¿Y por qué para mí se siente tan bien y a la vez tan mal?

--Te amo, Johnny.--Mientes, al menos eso creo, si me amaras tanto no me lastimarías de la forma en la que lo haces ¿No? Si me amaras...no serías lo que eres ahora, yo no sería lo que soy ahora, pero no puedo negarme a ti, por alguna razón ¿Qué haz hecho conmigo?

Tardé en responder, nisiquiera podía verlo a los ojos porque sentía que iba a vomitar si lo hacía, sin embargo, no podía dejar de aferrarme a él, incluso clavando mis uñas en su piel.--Yo a ti, Simon.

--Nunca fuiste bueno mintiendo.--Sinceramente, nisiquiera yo mismo sabía si mis palabras eran mentira o no, mi corazón se sentía bloqueado, mi mente se sentía enferma, no sabía lo que yo mismo sentía. Esto era una locura, sentía un nudo en mi garganta, quería gritar y llorar, pero por alguna razón no podía hacerlo, solo quería aferrarme a él y dejar que el agua intente llevarse mis preocupaciones.

--Tú tampoco...--No, Simon no sabía mentir, sin embargo lo hacía y como si no quisiera verlo me tragaba cada una de sus mentiras a tal punto que sentía que mi cabeza iba a explotar, no sabía explicar lo que me pasaba, creo que nisiquiera él mismo sabía que me había hecho.

Estar a su lado era como si me arrancara el corazón del pecho y lo aplastara en su mano sin remordimiento alguno, me lastimaba tanto, me hacía sangrar el alma, sin embargo, aunque sentía que no lo necesitaba no podía dejarlo ir, no quería dejarlo ir. Cada vez que pensaba en dejarlo parecía que brotaba más y más sangre de mi alma, sangro por él, sangro y sufro tanto pero no le importa en absoluto, nisiquiera finge que sí, aunque lo hiciera sabría cuando es mentira y cuando no lo es. Estoy tan harto de esta mierda pero a la vez me encanta, discutir con él, beber hasta acabar aún más perdido de lo que estamos, quiero llorar, quiero gritar y golpear la pared, ahogarlo con mis manos...pero hay tanto que no puedo hacer, porque yo mismo no me lo permito, no puedo, me he vuelto un cobarde tal vez, no lo sé...solo quiero descansar, dejar de sufrir tanto, pero estando con él no es algo que pueda hacer.

Stip in my face || GhostxSoap Donde viven las historias. Descúbrelo ahora