El gato negro de la suerte

🔞🍋¡Atención contenido lemon!🍋🔞
Contenido explícito y sexual.

La vida de un príncipe Saiyan no era fácil, tenía demasiadas responsabilidades. Aparte de entrenar hasta el cansancio y aunque aún era joven y acababa de cumplir los 20 años todo un planeta caería sobre sus hombros una vez que su padre falleciera. Lo único bueno de ese infierno es que todos lo respetaban y su orgullo era creciente cada vez que estaba en su planeta.

Ya volvía de su baño secándose el pelo con una toalla cuando de pronto una criatura negra se cruzó en su camino, el se puso en guardia esperando un enemigo pero de pronto vio una cosa peluda y negra de ojos amarillos y con toda la confianza del mundo se fue hacia el y empezó a restregarse contra sus botas blancas como si lo conociera. El miro alrededor y viendo que no había nadie se agacho y acaricio al animal. Era un gato con un pelaje precioso, pero...¿De donde había salido? Había visitado muchos planetas en su vida y sabía de su existencia y de distintos tipos no solo en color sino también en forma y este tenía un aspecto bastante normal y tranquilo.

De pronto el minino comenzó a caminar y se fue hacia la esquina, el alzó una ceja y lo siguió por curiosidad más que nada ya que el gato parecía querer que lo siguiera...
El último golpe que le había dado Nappa en la cabeza le debio haber afectado, el a estas horas de la noche siguiendo a un felino.
Mientras lo seguía el gato maullaba y lo llevó hasta uno de los pisos más altos. Salió a la terraza y el gato se subió a uno de los torreones. El lo miro extrañado y murmuró:

-Si pretendías que viera las vistas ya lo he hecho desde que tenía 5 años...

El gato se bajó y se fue hacia el borde de la cornisa, sabía de lo intrépido de los gatos y no se sobresalto pero cuando lo vio como intentando saltar al vacío se asustó ya que desde esa altura no lo contaría.
El gato se lanzó y el detrás de el intentando cogerlo en el aire pero de pronto apareció un portal el cual no pudo evitar entrar y de pronto se vio atrapado por una terrible oscuridad por culpa de aquel gato negro.

Sintió dar vueltas y unos colores fuertes hasta que de pronto apareció en una habitación...y estaba claro que no era del castillo de su planeta, el gato comenzó a moverse y se bajó de sus manos que aún lo sostenían. El felino se estiró como estándo en casa...

-¿Este es tu hogar? ¿Para que me has traído aquí?- dijo el príncipe mientras miraba como el gato se subía a la ventana y echándole un último vistazo desapareció de su vista.

El curioso comenzó a observar a su alrededor todo era rosa y lila estaba claro que era el cuarto de una mujer. Ya que había productos de maquillaje, zapatos de tacón y vestidos encima de una cama enorme y el solo llevaba su pantalón y sus botas...
Su cuerpo musculoso y fibroso de tantos años de entrenamiento se marcaban y lo peor de todo sería que alguien lo viese asi sin la parte de arriba de su armadura...antes de que terminara su pensamiento la puerta de la habitación se abrió de golpe y una criatura celestial entró dando tumbos y riéndose. Su vestido largo como una diosa griega hacia acentuar su figura y su cabellera azulada larga recogidos en montones de rizos en un moño alto con algunos tirabuzones sueltos le daba un aspecto angelical y sus ojos...los más azules que había visto jamás, grandes y brillantes. Sus labios rojos hacian de ella una verdadera y digna rival de la diosa afrodita.
Estaba sonrojada, y se quitaba con torpeza los tacones, el muy quieto la observo como se iba quitando las joyas y se desabrochó por detrás el vestido quedando en una fina ropa interior blanca. Sus pechos eran grandes y redondos, su cuerpo una exquisitez de curvas, el príncipe no pudo evitar sentir un cosquilleo, suspiro de placer y sin querer una parte de su cuerpo se endureció...

Ella se fue acercando a el sin saber qué estaba ahí ya que la oscuridad de la habitación jugaba a su favor pero de pronto la luz de la luna tapada por las nubes anteriormente dio luz en la habitación entrando por el gran ventanal haciéndolo visible y ella al verlo dio un grito y un salto hacia atrás.