Vemos a meliodas y rengoku caminando en la estación del tren.
Meliodas: Haci que han desaparecido más de 40 personas?
Rengoku: Haci es, Haci que nos mandaron aquí para inspecciónar el área, posiblemente se trate de una luna demoniaca.
Meliodas: entiendo, bien entonces te parece si voy hacia la taquilla para investigar más??
Rengoku: por supuesto, ten cuidado.
Ambos se separarían, rengoku iría hacia la estación, ay encontraría a una viejita y a su nieta discutiendo de algo.
Tomi: no te preocupes pequeña fuku, ya que los cazadores de demonios nos protegen.
Fuku: esas son tonterías!!! Los demonios no existen abuela.
Rengoku: hola!! De casualidad han escuchado algo de un demonio??
Fuku: usted está loco, debería ir a terapia.
Rengoku se quedaría con cara chibi mientras la pequeña niña se iba del lugar.
Tomi: disculpela por favor, es que a estado un poco estresada en estos días.
Rengoku: no se preocupe, bueno, muchas gracias.
Este se estaba iendo hasta que se le ocurrió algo.
Rengoku: de casualidad esos son bentos?
Tomi: por supuesto.
Rengoku: entonces vendamelos todos!!!
En eso que iba regresando fuku, se le caería su bandeja al escuchar eso. Tanto la niña como la abuela empacarian los bentos para entregárselos a rengoku.
Rengoku: muchas gracias, ahora me retiró.
Fuku: gracias a ti, nos vemos.
Rengoku: vallan con cuidado.
Haci rengoku iría en dirección a meliodas. Mientras tanto este estaba en las vías investigando, ya que había sentido algo, pero al no encontrar nada regresaría a la estación.
Meliodas: rengoku, encontraste algo?
Rengoku: me temo que no, pero escuché que el tren infinito está en la estación de arreglo, Haci que iremos para aya.
Meliodas: bien, entonces vamos.
Ambos con sus velocidades irían rumbo a la estación. Al llegar un
señor les prohibiría la entrada, pero rengoku les dijo que los habían enviado para repartir bentos.
Encargado: muchacho, nos mandaron la cena.
Haci todos dejarían su trabajo, el encargado le daría un bento para uno de los chicos que estaba atrás, este lo agarraría e iría a entregárselo, en eso se escucharía un grito, tanto rengoku como meliodas se pondrían alerta.
Rengoku: suéltalo!!!
Demonio: veremos quién es más rápido, si yo al matarlo, o tu al intentarlo salvar.
El demonio enterraría su uña en el pecho del chico, este se veía asustado.
Rengoku: no te preocupes, te prometo que saldrás con vida.
Demonio: no prometas cosas que no podrás cumplir.
El demonio estaría a punto de matar al chico, pero de la nada sus brazos fueron cortado, Haci liberando al chico. Rengoku no sabía que acababa de pasar, pero se impresionaria al ver a 2 meliodas.