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Querida sombra:

Veamos qué dices. Me dejas de llamar monstruo. Me llamas ángel, cuando en realidad todo se quema y se deshace.

¿Cómo me dices que pare de llorar, cuando tus lágrimas son las que más escucho? ¿Cómo me pides que deje de sufrir, cuando tu sufrimiento me sigue?

Solamente atrasas lo inevitable. Las cosas no cambiarán, aunque tus palabras de dulzura en mi mente se quedarán. Soy un monstruo, nací así. No tengo nada de lindo para que amor sientas por mí.

Te lo dije. Déjame en paz. Solo daño te haré, porque estamos destinados a caer.

No me amas, no en realidad.

Deja de seguirme de una vez, siempre cuando el sol sale, ahí estás. Suéltame y olvídame. Cansado estoy, de tanto dolor.

Al verte, recuerdo que hay luz en la oscuridad. Pero ¿qué pasa con las cosas como yo? Porque sin luz y sin oscuridad, no hay nada que amar.

Vete, olvídame.

Por favor...

Firma: Monstruo.

Tic, Tac, TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora