I wonna write you a song.

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El sol comenzaba a ocultarse cuando la campana suena, los alumnos se levantan tomando sus cosas y dando gracias al cielo de que al fin podrán descansar después del tan demandante día de entrenamiento de quirk.

O eso era lo que pensaban.

-Y para la próxima clase, espero hayan perfeccionado al menos 2 ataques especiales.

Los suspiros y quejas con notoria frustración, comenzaron a escucharse en todo el salón.

El maestro solo observaba con picardia oculta en esa sonrisa amable de oreja a oreja, mientras los despedía con su mano. Como disfrutaba de hacer que sus alumnos se esforzaran al máximo.

Terminó de despedirlos y al cerrarse esa puerta, se estiró un par de veces y masajeo sus hombros, quizá el entrenamiento fue más pesado de lo que creyó que sería, regresó a su escritorio colocándose sus gafas pues su trabajo aún no termina.

Estaba calificando la evaluación de Leyes civiles de regulación de quirks, riéndose y preocupándose de alguna que otra respuesta, cuando un golpeteo en la ventana le hizo detenerse, dirigiéndose a abrirla y recibir felizmente a quien ahí estaba.

-Kacchan -rió -ya te he dicho que puedes entrar por la puerta principal como todo ser humano normal.

El rubio rió entrando por completo y abrazando por la cintura al chico que le regañaba.

-Oh no, volví a desobedecer ¿Qué hará al respecto, profesor? -El chista irónico dándole un beso en su frente en forma de saludo, Izuku rueda los ojos devolviendole el saludo con un beso en la mejilla.

-Nada. -Dijo separándose, cerrando la ventana y volviendo a su escritorio.

-¿Por qué no? -se sentó en el pupitre frente a él.

-Ni yo puedo detenerte de hacer lo que quieres.

-Si tú me lo pides, lo hago.

-¿Eso te ha detenido de hacerlo? -enarcó una ceja acusatorio continuando con la revisión de exámenes.

-Bueno... depende de lo que sea que me estés pidiendo. -Izuku fingió una risa por lo irónico. -No me di cuenta que te incomoda que entre así, ya no lo haré más.

-No me incomoda.

-¿Entonces?

-Solo mencioné que puedes entrar de forma normal nada más, no notaste que me incomoda porque no lo haces. Sé que si así hubiera sido, ya habrías dejado de hacerlo desde la primera vez.

Katsuki sonrió colocando los codos sobre la mesa del pupitre y recargando su mentón con ambas manos. -Eres un nerd, Izuku. Haces que me enamore más de ti.

Izuku rodó los ojos. -Solo te conozco desde siempre Kacchan, no seas tan dramático.

-Tienes razón, soy lo que soy gracias a ti. Agradecerte amandote libremente es todo lo que quiero.

-Es lindo que digas eso, pero eres lo que eres gracias a tu esfuerzo Kacchan, no te confundas.

Katsuki se levantó y cuando menos sintió, había alzado su mentón dándole un casto beso en sus labios tan tierno y cargado de dulzura como nunca en su vida había hecho. -Y el motivo de todo mi esfuerzo siempre fuiste tú.

Izuku lo veía expectante, ¿qué le pasaba a Kacchan? Hoy no es su aniversario ni ninguna otra fecha importante, está seguro de eso, pero está más romántico que nunca... Le gustaba, por dios que amaba esa faceta de él, sus mejillas comenzaban a arder y su corazón latía cada vez con más fuerza. ¿Cómo se atrevía a decirle eso con esos ojos? ¿No era consiente de lo que provocaba?

Quiero escribirte una canción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora