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El viento otoñal había dado paso a un invierno severo, y el frío se colaba en los rincones más profundos del alma de Zee. A pesar de haber seguido adelante con su vida, el eco del mensaje de Nunew lo atormentaba. Aquella nota había encendido en él una mezcla de esperanza y temor, un recordatorio constante de un amor que había sido su refugio y su tormento.

Durante los meses siguientes, Zee se sumergió en su trabajo, dando vida a su propia marca de ropa. Diseñaba con fervor, cada prenda un intento de canalizar su dolor y nostalgia en algo tangible. A menudo se sentaba frente a la máquina de coser, dejando que la tela entre sus manos lo llevara lejos de la tristeza que lo envolvía. Pero incluso el arte, que solía ser su refugio, se sentía incompleto, como un verso sin rima. La ausencia de Nunew se convirtió en un peso insoportable; su vida parecía una melodía desafinada.

Un día, mientras ajustaba el dobladillo de una chaqueta, su teléfono sonó. Era un mensaje de un productor que había visto su trabajo. "Hola Zee, tengo un proyecto emocionante para ti. Me encantaría hablar sobre una serie de televisión. Creo que serías perfecto para el papel principal". La emoción y el miedo chocaron en su pecho. La idea de volver a actuar le resultaba atractiva, pero el recuerdo de Nunew de cernía sobre él como una sombra.

La propuesta lo hizo reflexionar. A lo largo de los meses, había aprendido a controlar su dolor, a ocultar las críticas y el juicio ajeno, pero la ausencia de Nunew se había convertido en un peso insoportable a pesar de todo siempre había algo que le hacia acordar. Cada día, se despertaba sintiéndose mejor en algunos aspectos, pero había momentos en que la soledad lo ahogaba. La falta de la persona que tanto amaba lo dejaba desolado, y el anhelo de su presencia lo consumía.

Después de deliberar durante días, Zee finalmente decidió que no podía dejar pasar la oportunidad. Se dirigió a la reunión con el productor, sintiendo que cada paso era un eco de su propia incertidumbre. El frío invernal calaba hasta los huesos, y su mente divagaba hacia el pasado, cuestionándose si realmente estaba listo para enfrentarlo.

Cuando llegó al estudio, el ambiente era eléctrico. Las luces brillaban intensamente y el murmullo de los otros actores llenaba el aire. En la sala de espera, se encontró rodeado de otros actores, todos hablando sobre sus papeles y compartiendo risas. Sin embargo, él no podía concentrarse. Cada sonrisa a su alrededor le recordaba lo que había perdido, y una sensación de aislamiento comenzó a apoderarse de él.

El productor, un hombre de mediana edad con una sonrisa contagiosa, le dio la bienvenida. "Zee, estoy tan emocionado de que hayas venido. La serie es una historia de amor en el pasado y las segundas oportunidades. Creo que podría ser una gran oportunidad para ti", dijo, sin poder ocultar su entusiasmo.

—Suena interesante —respondió Zee, aunque la idea de revivir emociones pasadas lo asustaba. Las palabras se sentían pesadas en su boca, y una parte de él dudaba, además parecia más que nada una señal del destino.

—Además, tengo a alguien en mente para que sea tu coprotagonista. Creo que esto realmente puede funcionar —continuó el productor, dejando caer el nombre sin previo aviso—. Nunew Chawarin.

El corazón de Zee se detuvo. Aquella palabra resonó en su mente como un eco del pasado, y una mezcla de emociones lo invadió. La sola mención de Nunew le hizo revivir momentos que había intentado enterrar. A pesar de su incertidumbre, la idea de volver a trabajar con Nunew era tanto una tentación como un temor.

—¿Nunew? —repetió Zee, casi incapaz de procesar la información. La idea de reencontrarse con él lo llenaba de ansiedad.

El productor, al notar su reacción, añadió rápidamente: "Sé que hay historia entre ustedes, pero estoy seguro de que pueden hacer magia en pantalla. La química que tienen es innegable".

¿Una segunda oportunidad? -ZNNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora