𝑪𝑶𝑹𝑨𝒁𝑶́𝑵 𝑬𝑺𝑪𝑨𝑹𝑳𝑨𝑻𝑨 || 𝑻𝑨𝑬𝑮𝑰

uno.

La mañana era agradable, la luz del sol irradiaba intensamente pero para nada molesta. Los cabellos castaños del joven Kim ondeaban debido al poco y fresco viento que corría en la ciudad de Seúl, se mantenía sentado en aquella parada de autobús de manera muy tranquila mirando a sus alrededores como si buscara algo o a alguien. 

Soltó un ligero suspiro y miró su reloj.

7:20 am.

"¿Cómo es posible que viviendo tan cerca del lugar suele tardar tanto?"  pensó balanceando sus pies de atrás hacia adelante mirando una vez más a su alrededor, negó ligeramente con su cabeza rodando sus ojos. De un momento a otro comenzó a sentir una mirada sobre él, lo curioso era de que no había absolutamente nadie o al menos eso era lo que él creía. 

— ¿Estás seguro de que es él? — Preguntó el platinado mirando fijamente desde el otro lado de la calle al chico frente a ellos.

— Sí, estuve siguiéndolo de cerca e incluso me hice su amigo para investigarlo más y puedo jurar que es él, todo coincide. — Respondió mirando con atención los movimientos del menor. 

— ¿Su amigo? A mi me parece que algo más. — Dejó escapar una ligera carcajada mirando por un momento al pelinegro. — Sólo espero que no te equivoques... haz lo que sea necesario para confirmarlo. 

Una vez más, el joven pudo sentir una presencia extraña que provocó alzar su mirada, no había nada ni nadie y eso le causaba escalofríos. NamJoon optó por ver más de cerca al chico, obviamente utilizando sus habilidades para que el menor no pudiera verlo. 

Lo inspeccionaba como si estuviese buscando algún rasgo o seña de él que le confirmara que era el indicado. Los ojos del platinado comenzaron a tornarse de un color esmeralda y en voz casi inaudible mencionaba una especie de encantamiento. Sin embargo, fue interrumpido puesto que el más joven se levantó de aquel lugar quien se encontraba dirigiéndose hacia otro chico que caminaba hacia a él de tez muy pálida, de alta estatura, cabello negro y sus ojos resaltaban debido a que parecieran los de un felino. 

— ¿Por qué tardaste tanto? Estuve a punto de dejarte. 

— TaeTae... son las 7:30 AM. — Lo miró alzando una de sus cejas. — La universidad literalmente está a 5 minutos de aquí. 

La paciencia era algo que Kim Taehyung no tenía a comparación de Yoongi. Ambos se complementaban en muchos aspectos y mantenían siempre el equilibrio en su amistad, Taehyung era el chico extrovertido del par mientras que Min prefería mantenerse solo o estar con Kim, quién se había vuelto su mejor amigo desde que iban en secundaria. Yoongi era todo lo contrario a él pero era lo que hacía más fuerte aquella relación que ambos llevaban. 

— Bien, ya vámonos o se nos hará tarde. — Bufó el castaño empujando un poco por la espalda al mayor. 

— Yo puedo caminar solo, gracias. 

Durante el camino, ambos comenzaban a bromear y a hablar sobre como había sido su fin de semana, el cual se les había hecho eterno debido a que había sido de los pocos días en los que no estaban juntos.

En el transcurso del camino, el joven Kim sentía cada vez más una presencia detrás de ellos pero cada vez que se giraba disimuladamente, no se encontraba absolutamente nadie.

El platinado miraba a ambos con atención, seguía inseguro de si aquel chico era a quién tanto buscaba ya que durante todo el tiempo que estuvo frente a él, no sintió presencia alguna de magia, siquiera una pista... pero tampoco quería descartar las posibilidades. 

— Señor... Es momento de que me vaya. — Mencionó el pelinegro aclarando su garganta después colocándose al lado del mencionado.

— Si, de acuerdo. — Asintió sin apartar la vista del castaño. — Y no dejes de mantenerte cerca de él, necesitamos prepararnos para esa noche.