El Último Corrido
Era una noche fresca en Los Ángeles, y Natanael Cano se preparaba para uno de sus conciertos más esperados. El lugar estaba lleno de energía, con fanáticos ansiosos por escuchar sus corridos que hablaban de amor, desamor y la vida en la calle. Pero esta vez, había algo diferente en el aire.
Mientras se acomodaba en su camerino, repasando las letras de sus canciones, una nueva melodía comenzaba a formarse en su mente. Era un ritmo pegajoso, algo que podía sentir que resonaría con su público. Sin embargo, su mente estaba distraída por la imagen de Luna, la chica que había conocido en una de sus presentaciones anteriores. Su risa y su forma de ver la vida lo habían dejado pensando desde entonces.
Justo antes de salir al escenario, un miembro del equipo entró al camerino. "Nat, la gente está lista para ti," dijo.
"Dame un segundo," respondió Natanael, tomando un trago de agua y tratando de concentrarse. La emoción en el aire lo invadía, pero su corazón latía más rápido por la idea de ver a Luna entre la multitud.
Finalmente, salió al escenario, y el público estalló en vítores. Comenzó a cantar su éxito más grande, sintiendo la conexión con cada nota. Pero su mente seguía regresando a Luna. ¿Habría una manera de invitarla a estar a su lado en esta vida llena de luces y sombras?
Durante el intermedio, se acercó a su equipo. "¿Alguien ha visto a Luna?" preguntó, ansioso.
"Creo que está en la primera fila," le respondió su mánager.
Natanael sonrió. "Perfecto. Quiero que me traigan una guitarra, voy a improvisar algo."
Vio a Luna sonriendo, y su corazón se aceleró. Comenzó a tocar la guitarra, creando un ritmo que atrapó a todos. La letra hablaba de una conexión única, de dos almas perdidas que se encuentran en el camino de la vida. Mientras cantaba, no podía evitar mirarla a los ojos.
Luna, sorprendida, se llevó las manos al rostro. Las palabras de Natanael la envolvieron como un abrigo cálido. El público respondía con vítores, pero para él, todo se detuvo en ese momento. Era solo ella y la música.
Al terminar, la multitud estalló en aplausos. Natanael se acercó al borde del escenario. "Luna, ¿quieres venir aquí?" la llamó. La multitud animó y aplaudió mientras ella subía, su rostro iluminado de emoción.
"¿Te gustó la canción?" le preguntó él, acercándose un poco más.
"Me encantó, Nat. No puedo creer que me la dediques," respondió ella, sonrojándose.
"Es solo el comienzo. ¿Te gustaría salir conmigo después de esto? Tengo algunas ideas para nuevas canciones y me encantaría que fueras parte de ello," sugirió Natanael, sintiendo que era el momento adecuado.
"Me encantaría," respondió Luna, sonriendo de oreja a oreja.
El concierto continuó con una energía renovada, pero para Natanael, la mejor parte de la noche ya había llegado. Sabía que con Luna a su lado, cada canción podría ser una historia de amor, de esperanza y de nuevas aventuras.
Cuando el espectáculo terminó, el bullicio del público quedó atrás, y Natanael y Luna se perdieron en las calles iluminadas de Los Ángeles, listos para escribir su propia historia entre corridos y melodías, donde el amor sería el protagonista
tenia esto guardado lol
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ONE SHOTS TUMBADOS
Fanfictionone shots tumbados. Pues ya saben de que trata quieren un pedido por privado