Parte I

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Esta historia fue una idea random que salio de mi pequeña imouto-chan Kazeshiro-sama y su servidora, nuestro fangirlismo y amor tsundere hacia Dean Winchester dio este resultado, si bien no sera muy largo no sera de publicación muy seguida, sin mas preámbulos admiren que tan bitches podemo ser con los hermanitos Winchester.

ADVERTENCIA:

Este fic es meramente por diversión, puede ocasionar ataques de ansiedad e ira, ya que las autoras son muy hijas de puta con los protagonistas; leer bajo su propia responsabilidad.



– ¡Yo iré por aquí! ¡Tú rodéalo Sam! – gritó Dean mientras recargaba su ballesta.

Sam asintió, alzando y recargando su machete al hombro y se fue por su lado.

Ya habían estado demasiado tiempo detrás de ese nido de vampiros como para dejar ir de buenas a primeras al "padre". Era una oportunidad que no desperdiciarían por nada, y aún menos después de que éste había caído en la trampa.

Dean siguió el rastro del vampiro, el muy idiota se había escabullido en el granero, y a pesar de estar envenenado como estaba, con sangre de hombre muerto, el bastardo aún podía seguir moviéndose y continuar siendo lo bastante rápido como para no subestimarlo.

Prestó atención a su entorno, teniendo lista su ballesta para disparar como desquiciado en cualquier ocasión, viendo a pocos pasos la entrada del granero. Pensó que, si la sangre del viejo muerto no tuvo el efecto esperado, el vampiro en cuestión debía de ser muy antiguo como para resistir de semejante manera, así que debían tener mucho cuidado, ya que, a pesar de que podría encontrarse lento, no dejaba de ser letal.

Aguardó unos milisegundos en la entrada, viendo la boca de lobo –oscura y peligrosa– que le aguardaba a solo un paso. Sabía que debían cazar a ese maldito fuera como fuera. Ya llevaba una larga estela de muerte tras de sí y a Dean eso sí que le tocaba las bolas de sobremanera. Con ese pensamiento en mente, Dean ingresó al granero con la firme convicción de cargarse al malnacido.

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Por otro lado, Sam rodeaba el granero en la oscuridad, corriendo y esquivando obstáculos. Maldijo en voz baja cuando su respiración se tornó acelerada. Debía admitir que aquel lugar era más grande de lo que aparentaba, así que debía seguir con cautela, rápido pero siempre alerta.

Cuando estuvo cerca de la puerta trasera, vigiló ambos costado, ideando una forma rápida y eficaz para ingresar. Sonrió de medio lado cuando llegó a la conclusión de que, para poder entrar simplemente debía darle una buena patada al mejor estilo de las series policiacas que a Dean le sacaban de casillas, pero algo le impidió el paso, rebotándolo contra el duro suelo. Era como si un campo de fuerza surcara el granero y le impedía entrar.

Un escalofrío le recorrió el espinazo.

Temió por la seguridad de Dean.

Esta vez, se levantó con cuidado, y palpó con ojo crítico esa extraña pared que no le permitía pasar. Sabía que era magia, de eso estaba más que seguro...

¿Acaso habían caído en una trampa?

Empezó a patear y golpearla la maldita puerta como un loco, gritando el nombre de Dean. Sabía que algo muy malo iba a sucederle a su hermano, su instinto se lo decía a gritos.

– ¡DEAN!

––––

Como era de esperarse, el lugar carecía de luz, pero eso no evitó que Dean y sus instintos de cazador se cargaran con el "hijo de puta". Una buena flecha impregnada de sangre de muerto y una decapitación limpia, fue satisfactorio. Estaba cansado y adolorido, sí que había sido un día largo.

SUPERNATURAL Pretty WomanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora