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Después de una hermosa ceremonia llena de risas, amor y algunos momentos emotivos, Haechan y Mark se encontraron en la entrada de su nueva casa, un lugar que ahora sería el escenario de su vida juntos. La casa era acogedora, con paredes blancas que esperaban ser adornadas con los recuerdos que crearían. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, creando un ambiente cálido y acogedor que prometía ser el refugio perfecto para su nueva vida.

-¿Listo para hacer de este lugar nuestro hogar? -preguntó Haechan, con una sonrisa radiante mientras entraba.

Mark asintió, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo. La idea de decorar juntos, de convertir ese espacio vacío en un reflejo de su amor y sus personalidades, lo llenaba de entusiasmo.

-¡Vamos a hacerlo! -exclamó Mark, dándole una palmada en la espalda a Haechan-. Primero, necesitamos decidir cómo vamos a organizar las cosas.

Se sentaron en el suelo de la sala, rodeados de cajas llenas de decoraciones, muebles y algunos regalos que habían recibido. La habitación estaba llena de posibilidades y el aire olía a nuevo, a comienzo. Haechan abrió una de las cajas, sacando un marco de fotos.

-Podemos empezar por esto. -Dijo, sosteniéndolo con ambas manos-. ¿Qué te parece si llenamos esta pared con fotos de nuestra historia? Desde nuestros primeros días hasta ahora.

Mark se iluminó al escuchar la idea. -Me encanta. Podemos incluir algunas de nuestra infancia, nuestras primeras citas... hasta la boda.

-¡Exacto! -Haechan sonrió, entusiasmado-. Será como contar nuestra historia en la pared.

Se pusieron de pie y comenzaron a elegir las fotos que querían usar. Haechan encontró una imagen de su primer cumpleaños juntos, donde ambos estaban sonriendo con torta en la cara. Esa imagen siempre había sido una de sus favoritas.

-Mira esta. -Haechan la sostuvo en alto, riéndose-. ¡Éramos tan pequeños!

Mark se unió a la risa, recordando aquel día. -Sí, y desde entonces no hemos cambiado mucho... solo hemos crecido un poco más altos.

Después de un rato, comenzaron a colgar las fotos en la pared. La risa y las historias compartidas llenaron el aire, mientras cada foto evocaba recuerdos de momentos especiales. Haechan se tomó un momento para observar a Mark mientras trabajaban. Su cabello caía en su frente mientras se concentraba en colocar las fotos de manera perfecta.

-¿Qué estás pensando? -preguntó Mark, notando que Haechan lo miraba.

-Solo me siento muy afortunado -respondió Haechan, sonriendo sinceramente-. Nunca pensé que estaríamos aquí, decorando nuestro hogar juntos.

Mark se detuvo un momento, sus ojos brillando con la misma sinceridad. -Y yo nunca pensé que podría amar a alguien tanto. No hay nadie más con quien quisiera estar.

Haechan sintió su corazón latir con fuerza. Las palabras de Mark resonaron en él, llenándolo de una felicidad que apenas podía describir. Continuaron trabajando, disfrutando de la compañía mutua mientras cada marco en la pared contaba su historia.

Después de un tiempo, decidieron pasar a la sala de estar. Allí, había un sofá que había elegido Haechan, un elegante color gris oscuro que combinaba perfectamente con el ambiente de la casa. A su alrededor, colocaron cojines de colores vivos y mantas suaves, creando un espacio acogedor.

-Ahora, ¿qué tal si agregamos algunas plantas? -sugirió Mark-. Creo que traerán vida a este lugar.

-¡Buena idea! -Haechan respondió entusiasmado-. He visto algunas plantas de interior que son fáciles de cuidar. Podemos empezar con un par de macetas.

𝘌𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 ... | 𝘔𝘢𝘳𝘬𝘩𝘺𝘶𝘤𝘬.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora