Llegamos después de una instancia muy díficil, pasar entre los centros de seguridad, buscar donde comer entre otras cosas, me había gastado toda la energía del día
Lo único que pensaba era acostarme en la gran cama de aquella cabaña la cual nos prestaron
Cuando estacione el auto, empezó la llovizna, no me importaba realmente así que le dije a Elisabeth (mi esposa) que entre a la cabaña para prender las luces y hacer de algo de café
Ella regreso minutos antes algo aturdida, no se porque , pero realmente no me importo, se acercó a mí mientras bajaba el equipaje
-Aqui hay fantasmas- me dijo yo solo alce una ceja para cerrar el maletero
-Quien te dijo eso?- iba a agarrar el equipaje cuando escuché
-El mayordomo que me encontré en la cocina-
Me detuve por un instante para de nuevo mirarla
-Mayordomo?- pregunté de nuevo esta vez algo nervioso, para recibir una respuesta clara
Ella asintió de nuevo, rápido abrí el maletero para meter el equipaje nuevamente mientras le decía
-Entonces si te dijo eso, nos vamos- ella solo me pregunto algo extrañada
-Porque? Si apenas llegamos- suspiré nerviosamente para contestarle directamente
-Porque aqui no hay mayordomo-
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Reglas / Creepypastas / Historias
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