Capítulo 2

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Atsushi miraba maravillado el océano, Karl lo había notado, así que solo quería seguir cortejando, a su manera claro – Atsushi

- ¿mmm?

- ¿te gusta el océano?

- Si, es maravilloso – menciono – me encanta

- ¿has ido a un acuario?

- Si, 3 veces

- ¿en verdad? ¿te gusta tanto?

- Me gusta mucho – menciono y bajo la mirada – pero, creo que me detendré un poco

- ¿Por qué? ¿Qué pasa?

Atsushi se ruborizo – bueno, mi novio parece no disfrutarlo mucho

- ¿no-novio?

- Si – tapo su boca - ¿es algo malo decirlo? – pregunto confundido – es mi primera vez con uno, y no se si este bien decirlo

Karl sonrió – está bien decirlo, cuéntame ¿Por qué tu novio no lo disfruta?

- He intentado tomar su mano o darle un besito, pero me aleja – suspiro y miro el océano – no importa lo inmenso y hermoso del tanque, el me sigue alejando – bajo su cabeza – creo que ya no le gusto igual

- Podría ser el caso o quizá es tímido

- Creo que es por que al inicio le dije que no me gustaba, pero intenté acercarme, sigue rechazándome

- Es un tonto

- No, ¿Por qué?

- Por qué, si fuera tu novio, no podría soltarte ni un segundo

Atsushi se sonrojo, Chuuya se acercó – es cambio.

Karl y Atsushi habían ido a comer, ahora estaban Chuuya y Christian viendo el sensor, Atsushi había comido algo y Karl lo miro comer – comes bastante – menciono, Akutagawa y Dazai estaban por allí – eres como un tigre comelón, quizá un oso ¿eres un oso? – pregunto sonriente

Atsushi comenzó a reír – no, pero si un tigre

- ¿eh? ¿en serio?

- Puedo convertirme parcialmente en uno

- ¿no completo?

- No, pierdo el conocimiento

- ¿Cómo en hipnosis?

- No estoy totalmente seguro de eso...

- Que interesante – dijo acomodándose – cuéntame más

Atsushi y Karl siguieron hablando, Ryunosuke solo escuchaba y Dazai dormía, Kunikida hacia un itinerario mientras Tanizaki y Tachihara hablaban de armas. Estaban en tranquilidad, Christian miraba el radar fijamente pero no había nada, entonces, como película de terror que obviamente no es esto, pero lo pondremos así. Algo golpeo el submarino moviendo a todos, Karl puso su mano en la nuca de Atsushi para cubrirlo de cualquier golpe - ¿todos están bien? – preguntaron Karl y Jacob al mismo tiempo.

- No hay nada en los radares – dijo Christian

- Todos, relájense, revisemos y quédense alerta.

Todos miraban por las ventanas.

Un enorme ojo rojo lograron ver, todos dieron un paso atrás – todos, rápido – dijo Christian – tomen las bombas respiratorias, no las activen esta cosa nos va a romper

Halloween en Yokohama 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora