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tres bebés estaban sobre la alfombra afelpada en la sala de aquel hogar, jugando quién sabe que cosa con alguno de sus juguetes, la convivencia no era del todo buena entre esos cuatro, pues la mayoría del tiempo andaban molestando a la mayor de ellos como su madre gata les había enseñado, haciéndola llorar en diversas ocasiones.
heejin los observaba desde la cocina porque estaba preparando el almuerzo, la forma en la que esos gatitos crecían le daba escalofríos, había transcurrido un mes aproximadamente desde su nacimiento y en su forma humana estaban casi del tamaño de haerin, hasta ya caminaban, lo que dificultaba un poco su tarea de ocultar a los pequeños híbridos y eso le preocupaba un poco la mayoría de las veces.
el pequeño jungwon se levantó con una sonrisa traviesa de bebé, caminando hacía donde estaba haerin haciendo una coleta en el cabello de minji, con rapidez tomó el juguete de la mayor y se transformó rápidamente en su forma gatuna, llevándoselo en la boca, dejando a haerin en un mar de llanto en medio de una rabieta
minjeong por su parte reía panza arriba ante la escena, había entrenado bien a los tres gatitos, aunque casi se ahogó debido a que rei había mordido uno de sus pezones en busca de su alimento.
—mocosa, ten más cuidado.-regañó tratando de acomodarse, pero le era imposible porque rei estaba casi encima de ella y con sus patitas presionaba para que saliera más leche, minjeong lloriqueó, ser madre no era nada fácil.
—no deberías enseñarle a los niños a molestar a haerin, creo que hyunjin no está muy contenta con eso, la semana pasada la rasguñaron.— Dijo jimin, tomando a jungwon en su boca, arrastrándolo para que dejara el juguete sobre la alfombra.
el pequeño gatito se mostraba renuente a soltarlo, pero con un leve apretón de su madre finalmente lo soltó.
-gracias, jimin. - Le había dicho heejin, agachándose a tomar el juguete con una llorosa haerin en brazos. — ya, cariño, déjame limpiarlo.
y desapareció yendo a la cocina, con minji siguiendole, desde que la gatita había descubierto que heejin también tenía leche no había parado de buscarla para que le diera aunque sea un poco, eso de compartir a su mamá le había cansado así que usando su inteligencia de gatita de un mes, le pareció lógica su idea.
jimin volvió a dónde estaba minjeong, acostándose y acurrucándose contra ella y rei.
—no seas aburrida, jimin. una de las mejores cosas de ser gato es molestar a los bebés humanos, bueno también raspar el sofá y las cortinas, pero ya heejin me amenazó con no comprarme la nueva almohada. ¿puedes creerlo? es un mounstro. —dijo y con una de sus patitas empujaba la cabecita de rei para que ya la soltara. —¡ay! rei estás mordiéndome. ¡gata insolente! ten consideración con tu madre.
la gatita finalmente soltó a su madre, riendo al despegarse de ella, por todas las palabras que le había dicho y corrió hacía jungwon para así poder jugar a las peleas un rato.