Entre él y ella, solo hay un paso de diferencia. Un eterno caballo que corre a proteger a su reina, que deja morir a su mejor pieza en el primero movimiento.
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– ¡Extraño mi cuarto, mis juguetes y a ti! Cuando sea vacaciones y no tenga que ir a la escuela, Arthur me llevara a verte jugar ajedrez otra vez . –
Las llamadas eran menos frecuentas y las tenía que aprovechar a escondidas de su padre. Herve no le agradaba que su hijo hablara con su madre; aun si habían pactado eso antes de terminar con su matrimonio y no era correcto que ella jugara con los sentimientos del monegasco, no cuando ella ya no tenía que atarse a su criatura.
– Charlie, yo también te hecho muchísimo de menos. En tus vacaciones de verano puedes venir a visitarme junto a Arthur y Lorenzo . – Era muy cruel de su parte mentirle a su hijo, él la necesitaba demasiado a su lado y ella ya no necesitaba desde que había abandonado lo fue su hogar con sus hijos y su ahora ex esposo.
– Cariño, me tengo que ir ahora, acaba de llegar William. En un rato libre que tenga, te llamare de nuevo . –
Odiaba que ella terminara las llamadas, lo detestaba que prefería dejar primero colgar antes que ella y no escuchar la línea muerta. Camino un poco lejos del aparato y mirarlo un poquito con ese par de ojitos esmeralda que su madre antes de irse amaba admirar con cariño y recordar lo hermosos que eran. Era tan triste que prefería mirar a sus hermanos estudiar cosas que a él nunca entendía y dejarlos para jugar con un carrito rojo de carreras mientras imaginaba que conducía lejos para ir con ella y llevarla lejos de todos.
Lejos para jugar siempre con su madre al ajedrez en las tardes y en las noche recibir su beso de buenas noches.
Deseaba no necesitarla nunca más.
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Desde que empezó a entender el paso tiempo y por las explicaciones de sus hermanos; Charles entendía que dejar Mónaco y venir a París era lo mejor para la familia conformada por sus hermanos mayores y su padre con su nueva pareja. Extrañaba su vida antes de irse por la guerra y las contantes amenazas que recibía su padre en el hospital, por seguridad y un buen futuro para sus hijos se fueron del país dejando su vida atrás.
Dejando una parte suya en Mónaco y con su madre Suzette.
Sus días eran regulares en aquella casa fuera de los suburbios parisinos, prefería los jardines verdes con vida que un piso aburrido con un balcón con una vista casi nula de alguna parte decente de la ciudad. Su padre fue asertivo en cuanto a la idea de un casa en un lugar tranquilo y que pasaba casi toda la semana en la capital y en el hospital que en la misma casa; era extraño, Charles vivía en el mismo techo que su familia, pero a su vez era estar con un grupo de extraños que decían tener relación sanguínea.
La guerra era cada vez era más tensa en el país, hasta ya había alcanzado la comodidad de lo que se llamaba casa; sus hermanos y su padres se la pasaban en la capital entre el trabajo y sus estudios finales antes de entrar a la facultad de medicina, en cambio el monegasco asistía a la escuela en las mañanas y a su regreso se la pasaba leyendo libros de carros que en un principió eran aburridos o no entendía mucho de la información.
La esposa del señor Leclerc, era quien estaba la mayor parte del tiempo en casa con el pequeño y no era que tuvieran muchos temas de conversaciones, sino que habían encontrado el medio de comunicación que los mantenía en un mismo espacio.
El ajedrez, de alguna forma fue en como ella pasaba el tiempo con Charles después de que hiciera sus deberes y así pasar las horas hasta que la hora de la comida o cuando llegaban el resto de la familia. Pascalé le mostraba como jugar y otras ocasiones intentaba ir un poco más lejos, pero por ser aun pequeño para entender jugadas más complejas, sólo jugaban partida tras partida hasta el cansancio de Charles.
En una de las tardes de esas partidas después de la escuela y los deberes hechos, Charles hablo por primera vez en medio de la partida a su madrasta. – Quiero ir en las vacaciones a casa, Pascalé. Extraño mi cuarto, mirar el puerto y hace mucho que mamá no me habla. – ¿Cómo podía responder a su pregunta sin decirle que su madre lo llamaba porque ella se lo pedía casi a suplicas? Sentía pena por ese pequeño, pena de no poder ser ella a quien necesitara y acudiera.
– Hablare con tu padre, tal vez este año podamos ir de visita a Mónaco a ver a tus abuelos y de paso... puedas verla antes de regresar. – Limito alzar sus ojos, no iba a mostrar su dolor que ocultaba ella misma; y él miraba que pieza mover del tablero. Ella podía morir por ese niño si se lo pedían aún si ella no lo tuvo, seguía siendo su bebé.
– Eso dijeron el año pasado pasado y no fuimos en vacaciones, ¡Me llevaron a ver una carrera de autos en Italia que eso me gusto verlos correr, pero yo quería ir a Mónaco y ver a mamá! – Le hizo un puchero entrecerrados sus ojitos verdes y de nuevo centro su mirada en el tablero.
Charles solo tomo al caballo, era de las pocas piezas que tenia en su partida y Pascalé sabía que era su pieza favorita; desde el inició hasta que no se la comiera ella, jugaba con ella y donde moviera a la reina, movía al caballo.
Un pequeño no merecía mendigar amor de alguien que ya no iba a volver a su vida, no merecía un padre ausente por centrarse en su trabajo sin preocuparse un poquito por el bien de su hijo más chico ni hermanos que lo miraban como un estorbó por ser un mocoso mimado y mucho menos a verse ido de su hogar el temor de un la guerra.
Era un niño en una sala llena de personas sentía vacía, ni un grama de atención genuina podía gozar.
Charles extrañaba a su Suzette, la necesitaba demasiado para irse lejos Francia, pero ella no lo necesitaba en Mónaco. Ni una pizca interés de ir por él había en aquella mujer que decía ser su progenitora.
...
Holia mi gente latino!
Si me tarde un poco más en subir capítulo, pero ya con esté y el pasado son una introducción de como la vida trata a nuestros niños. La universidad y la chamba me están matando un tantito, pero se hace lo mejor que se puede.
Me encanta hablar de la guerra fría y esta ambientada en esos años.
Pd. Recomiendo escuchar escuchar For No One- The Beatles
♟️
Bokile.
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partidas de ajedrez ; charlos
FanfictionEntonces dejaste morir al caballo solo por ver brillar al rey. - Donde Carlos y Charles juegan partidas de ajedrez.