Pensar que en su intento de vida de ser un adulto responsable haya sido una mierda y fracasado desde un inicio, lo hace sentir bastante mal. Pero algo o más bien alguien le hace cambiar de parecer cuando su trabajo es fotografiar a ese chico, los ma...
El sonido de la cámara captando al modelo posando era lo que resonaba por el estudio, más algunas críticas que le daba el director de algunas cositas a las estilistas. Seungmin como siempre mostrando que a pesar de aún no graduarse, puede demostrar que llega a lograr algo majestuoso incluso que limpio. Muchos dicen que es solo apretar un botón y listo, pero no, buscar los ángulos donde el producto y tanto como el modelo resaltan por igual, cambiar luces por verse muy saturado, ver qué pose es la mejor, entre muchas cosas más que se deben de aprender. Claro estaba que fotografíar al Australiano era una de sus cosas favoritas, y aún más cuando Bang seguía cada una de sus órdenes.
Una vez ya terminada la tercera sesión de seis, Seungmin estaba comiendo un aperitivo en una esquina alejado de la multitud en la sala, aún no sabe a qué hora pueden llegar a terminar lamentablemente. Su cuerpo estaba cansado, ahora se arrepiente de justo esa noche ser el que recibía, pero no hubiera sido nada bonito ver a su chico estar incómodo trabajando. Cerrando por un momento sus ojos, sintió un par de besitos en sus mejillas que al final fueron a terminar en su boca, cosa que le hizo abrir inmediatamente sus ojos viendo al australiano sonriéndole.
—Todos fueron a cenar a un restaurante cerca, estamos tú y yo solos —se sentó a horcajadas en el menor.
—¿Qué es lo que estás pensando?
El australiano beso al castaño tratando de que tuviera la misma idea que él, pero grata fue su sorpresa al ver que Seungmin no se movía. Los besos fueron bajando hasta llegar al cuello de este, con su mano bajó un poco el cuello de la playera que estaba utilizando para esconder los chupones que le hizo en la noche.
—Chan, no debemos hacerlo acá, pueden llegar en cualquier momento —suspiro una vez que Bang lo mordió.
—Eso es lo que lo hace más interesante Seungminnie —murmuró lamiendo el lóbulo de la oreja del contrario.
Seungmin mordió su labio tratando de no caer en las redes de Chan, pero le faltaba poco para caer tras el estímulo que le daba el mayor a su cuello. Un suspiro escapó de sus labios, mirando para todos lados dando en el camerino del modelo, por lo cual no serían vistos a no ser que entrarán.
—Vamos a tu camerino, me siento muy expuesto acá —explicó acariciando el abdomen descubierto del Australiano.
Bang se bajó rápidamente del castaño, debía moverse rápido si no quería que Seungmin se arrepintiera. Sabe que el menor era reservado, pero cuando se trata de él hará lo más posible para cumplir y satisfacer cada cosa. Al jalar de la mano del menor lo llevó al camerino, donde iniciaron con un beso húmedo y bastante necesitado.
Kim estrelló contra la puerta al Australiano, cerrándola con pestillo sin que el contrario se diera cuenta. Las manos del Australiano se fueron al término de la playera del castaño, queriendo deshacerse de esa molesta prenda, pero no se le fue concedido. Tras finalizar el beso fue volteado, quedando así mirando a la puerta. Sintiendo la mano del menor se paseaba desde su pecho hasta llegar al inicio de sus pantalones, torturándolo al sentir como volvía a su pecho para jugar con sus pezones.
—Deberemos tener cuidado con la ropa. No queremos que sospechen, y que te regañen por no tener cuidado con ella.
La otra mano del castaño fue a los pantalones ajustados del Australiano, pasándole por arriba de estos sintiendo la creciente erección del mayor. Observó la piel blanquecina expuesta por la camisa que había caído de los hombros hasta la mitad de los brazos, queriendo dejar una que otra marca, pero sabía que no debía. Una vez que su mano tocó la hombría húmeda del mayor, una sonrisa se formó en su rostro al ver cómo la frente del mayor quedaba apoyada en la puerta.
—¿Qué ocurre Channie?¿Estás frustrado?
—Seung~ —mordió su labio, callando todo tipo de sonido que quería soltar una vez que sentía la mano del castaño jugar con su pene.
Los movimientos fueron detenidos, haciendo que Chan se quejaba por no ser atendido. Estaba por darse la vuelta pero se le fue negado.
—Quédate como estás, buscaré algo en mi mochila. No te muevas, si lo haces dejamos esto acá y sé que no quieres eso.
Seungmin recordó que en su mochila, por alguna extraña razón habían aparecido un par de paquetes de condones. Tal vez en algún momento los echó y se le olvidó, pero ahora le serían de utilidad para no hacer un desastre. Dándose la vuelta vio una hermosa y excitante imagen, una vez posicionado detrás del mayor, llevó el condón ya abierto al miembro para colocarlo.
Solo pasaron unos minutos cuando unos pasos afuera tensaron al Australiano. Seungmin no entendía lo que hablaban por motivos que ya todos sabemos, solo se percató del estado del australiano que le hizo aumentar los movimientos de su mano, al parecer era una chica que lo diferenció por ser muy suave y delicada.
—Creo que deberías de hablar, si no quieres que abra la puerta y te vea así —sonrío murmurando cerca de la oreja de Bang, pasando su lengua por el lóbulo.
Chan como pudo artículo palabras, tratando de no confundir el coreano con el japonés o incluso con el inglés. Tenía una conversación fluida junto a la chica una vez que Seungmin dejaba de tocar su hombría y pezón, pero cuando los volvía a tocar lo único que querían salir eran gemidos y jadeos, incluso al sentir la respiración de este en su cuello. Un gruñido salió de él cuando la chica solo le dijo que mañana iban a continuar, ya que el director tuvo unas cosas que hacer. Una vez que terminaron de hablar Chan quería caer de rodillas por lo débil que sentía sus piernas por el orgasmo que se aproximaba, quería correrse de una vez cuando Kim apretó y siguió moviendo de arriba hacia abajo.
—Por favor, Seungminnnie ~ —gimió cuando el menor detuvo todo tipo de movimiento.
—Perdon, Pero deberemos de parar acá. Arréglate la ropa, te cambias y te espero en el carro, que por cierto esta tu manager allí —alzó sus cejas, sacando el condón de la hombría contraria.
[...]
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