23: Extrañar.

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Ando de buenas porque aprobé una muestra en la uni, así que les dejo nuevo cap.

Disfruten que el final puede estar a la vuelta de la esquina o un poco lejano.

No lo sé...

[Michelle]

Después de una larga caminata de no sé cuánto tiempo porque no me importa, regresé a mi casa.

Seguro parecía un zombie deambulando por las calles, con la vista perdida en la nada y casi sin parpadear. Pero eso sí, ni una lágrima tocó el suelo, por alguna razón estaba en una especie de bloqueo.

Como dije, no sé cuánto tardé, pero ya estaba anocheciendo así que debió ser bastante y suficiente para no encontrarme a esa bruja en mi casa.

Puse la mano en la manilla y aguanté la respiración, luego entré mirando a mi alrededor.

No había nadie más que tía Yolanda sentada en el sofá con una cara de preocupación.

Al verme se le notó el alivio pero no fue mucho.

——Mijita...

——¿Dónde está?

Soltó un suspiro al oír el tono seco de mi voz.

——Se fue.

——¿A dónde?

Dió unas palmaditas sobre el sofá para que me sentara a su lado.

Al estar a un lado de ella, suavice un poco la dureza de mi gesto, ella no merecía ser perjudicada aquí de ninguna manera.

——Hay algo que tu hermana no te contó antes.

Arrugué las cejas confundida.

——Yo tampoco lo sabía hasta hoy.

——Tía, deja el suspenso.

——Tu hermana no se quedaba en casa de su amiga cuando se iba por varios días, ¿te acuerdas?

——¿Cuando regresaba y solo se quejaba de mí? Como olvidarlo.

——Ella estaba con un hombre...

Mi cara se contrajo de confusión y seriedad, esto no me sonaba nada bien, algo me decía en el fondo que esto era algo sospechoso.

——¿Qué hombre?

——Un tipo que le duplica la edad.

Se me cortó la respiración por lo que pareció una eternidad, no sabía que decir al respecto.

——Me contó que tiene mucha plata, y que la ama mucho, por eso se fue con él.

Y como un puñal a la espalda, recordé cada una de las veces que mi hermana criticaba a muerte a todas las mujeres que tenían sugar, porque eso es lo que tiene.

Me criticó hasta a mí cuando le dije del trato que había hecho con Five, me miró mal, como si fuera una asquerosa.

Y ella lo había hecho desde hace mucho tiempo atrás.

Sentí la mano de la tía sobre mi hombro con unas palmaditas de apoyo.

——No te achicopales, mijita.

——Que se pudra en el infierno.

No estaba mirando a Yolanda, pero estaba segura de que casi se le salen los ojos de oír mi frialdad.

——No digas eso, Michelle.

——No me importa, ¿te das cuenta de lo que significa esto, tía?

Mis ojos se humedecieron, pero de lágrimas de rabia, no de dolor ni lástima.

Finge ser mi novia - Five Hargreeves ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora