Los días pasan rápidamente luego que Martin y Juanjo hayan aliviado las asperezas entre ambos. Su abuela le ha estado mandando mensajes sobre cómo están las cosas entre ellos porque notó tensión el día que Martin había llegado, pero por suerte el chico obvio todo lo que sucedió y dijo que solamente había sido su perspectiva.
Las cosas entre ellos han estado mejor, si bien hablan y se llevan bien, las miradas buscando al otro se hacen notar cada cierto tiempo, y hay alguien que lo nota y embroma con la situación. Nadie más que Lucas, quien ríe cada vez que pilla a Juanjo viendo a Martin hablar con algún cliente, porque la mayoría de las veces Juanjo se encargaba un poco más de los pedidos debido a que habían ciertos pasteles que a él le quedaban mejor, por lo que se turnaban en atender al público.
Lucas ayudaba en lo que podía ya que él se encarga de los repartos y de ir a buscar los ingredientes necesarios ya que Juanjo ha desistido de ir él solo.
Menos aquel Martes lluvioso donde Lucas se ha despertado con fiebre y no podrá ir, por lo que tendrá que ir.
Juanjo limón:
Buen día, hoy si quieres puedes ir más tarde, tengo que hacer la compra y no tengo forma de darte las llaves para que abras.
Martin: (sin vergüenza):
Buen día, Juanji
¿No quieres que te acompañe?
Juanjo limón:
¿Seguro? Si quieres puedes venir, no me vendría mal, hay mucho que comprar.
Martin (sin vergüenza):
De acuerdo, pasame la dirección y nos encontramos allí.
Juanjo no tarda en enviar la dirección y él se dirige hasta allí, frunce el ceño al notar que no queda tan lejos de donde él vive. Solo le bastan unos pocos minutos para poder llegar, deja sus pertenencias en el locker e ingresa, buscando a Juanjo quien le ha dicho que se encuentra en el sector de lácteos.
"Cambia esa cara de culo que traes"
Juanjo se exalta al escuchar a Martin y éste comienza a reír al observar su rostro de susto, el más alto rueda los ojos y nota que el chico con bigote trae anteojos. No puede evitar pensar en lo guapo que queda con esos anteojos.
"Usas lentes"
Martin asiente mientras quita la botella que trae la leche para observar la marca.
"Sí, no encontré mis lentillas, por lo que hoy usaré estos"
"Te quedan muy bien"
El chico con bigote alza la ceja mientras lo observa, últimamente han estado lanzando algunos comentarios halagando al contrario, algo que hace que las pulsaciones del contrario se eleven.
"Gracias, limón"
Ese maldito apodo que le ha puesto Martin y que él no entiende el por qué, siempre que le pregunta evita la pregunta, pero sabe que en algún momento conseguirá sacarle esa información.
"¿Vas a dejarme de decir limón algún día?" Martin se encoge de hombros "Además, no me has dicho el por qué de ese apodo"
"Quita lo divertido" Suspira "Además, es obvio pero si quieres hacer la vista gorda no importa"
Le sonríe y comienza a caminar buscando los huevos, los que le faltan a Juanjo para poder animarse a contestar todo aquello que ha intentado callar aquellos días que han vivido. Las peleas han quedado atrás, pero el coqueteo descarado no, sin embargo, ninguno avanzaba más allá de las indirectas que en ocasiones no eran captadas por el contrario.