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Hacía calor.

Detrás del ordenador color azul obscuro, JungKook hundía los dedos en los controles de su video juego con afán, su labio inferior yace atrapado entre sus dientes blancos, maldiciendo. Sus piernas están dobladas y acomodadas perfectamente, sus pies siguen cubiertos por la tela de sus medias.
Tiene la corbata a medio ajustar, y la camisa blanca arrugada.

—¡He perdido! —. Se queja, sus ojos fijos en la pantalla con asombro, pues no daba crédito a su fracaso en el juego que apenas había comenzado hacía una semana atrás.

Su novia, una Omega de bonita cabellera dorada, está acostada en el sillón que se encuentra a unos metros de él, buscando en su celular algo diferente para entretenerse, pues Jungkook parecía ensimismado, evitando su presencia.

— Deberías dejarlo ya. —dice, apretando los labios entre si, sus ojos lo buscaron y lo vió de espada, con el cabello rizado y negro cayendole suelto; necesitaba un corte.

—No soy de los que se rinden.— ella rueda los ojos, y se levanta del sillón dispuesta a acortar la distancia entre ellos, lo abraza por los hombros desde atrás, y besa su coronilla.

—Necesito a mi novio, ¿Puedes?— Jungkook suspira, finalmente, cediendo al dulce capricho de su bonita rubia, quién sin más deja salir una risita cómplice. Él se levanta, y se saca los auriculares de la cabeza, apaga la pantalla, y se estira un poco.

El clima era templado, hacia tanto calor que transpiraba. Hace una mueca.

—No quiero abrazarte estando tan pegajoso, Wonyoung. —Ella niega, abrazando su torso antes de dejar un beso sobre su pecho, cubierto por la tela de su camisa escolar.

Casi cumplían tres años, JungKook consiguió que salieran desde que tenían quince años, siempre le había gustado, dulce y gentil, olía a lavanda y caramelos. Se conocían desde que los padres de Wonyoung se habían mudado a la casa de enfrente, jugaban cuando tenían tiempo libre, con solo nueve años, ella era carismática, siempre hablaba, todo el tiempo lo hacía, era imposible aburrirse estando a su lado, y eso habia flechado el joven corazón de Jungkook desde que tenia razón de uso.

Él la cortejó después, cuando la adolescencia fué llegando, y ella pareció crecer, su cuerpo flaco tomó forma, y la fué moldeando, dejando una figura de reloj que le encantaba, era pelinegra, pero siempre le gustó el rubio, y apenas fué posible ella lo complació un día llegando con el tono rubio más hermoso que él había visto. Nunca tuvo una novia antes, y ella tampoco, por lo que se mantuvieron tímidos y esperando el momento en que alguno diera el paso.

Jungkook era reservado, se ponía tímido con ella, y sus sentimientos quedaban sepultados en lo más profundo de su cuerpo en una caja bajo llave, era imposible que él diera el paso, y cuando Wonyoung lo notó, decidió ser ella quien lo invitara a salir y le robara su primer beso en la parte trasera de la escuela, el primer beso de ambos. Estuvieron una semana sin conversar después.

Tan jóvenes.

— ¿Quieres salir? El sol parece una maravilla. —ella estaba en su pecho, y él le acariciaba dulcemente la espalda.

Jungkook vuelve la vista a la ventana; era cierto, el calor presente en ambos era muestra del clima agradable afuera, pero él no era fan de salir de casa, pese a que Wonyoung si, él apenas la complacía cuando salían cada fin de semana después de la escuela, y volvían cerrando la noche, la dejaba frente a la casa con la cara sonrojada después de robarle un beso y huía cruzando la calle hasta su propio pórtico.

Jungkook asiente, aunque no está convencido de salir, acababan de llegar de la escuela, y tenía un montón de cosas por hacer, pero no podía negarle nada.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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