¿𝐔𝐍 𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐏𝐎𝐒𝐈𝐁𝐋𝐄? | Trafalgar Law x 𝙁𝙀𝙈!Reader [En Pausa]

● Cap 25 ●

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• 𝐄𝐋 𝐋𝐀𝐃𝐎 𝐁𝐔𝐄𝐍𝐎 𝐃𝐄𝐋 𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎 •

𝑻𝒊𝒎𝒆𝒔𝒌𝒊𝒑, 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐𝒔 𝒎𝒆𝒔𝒆𝒔

En el comedor, la tripulación estaba entretenida con la improvisada decoración de Halloween. Algunos llevaban capas hechas con mantos viejos, las luces parpadeantes y las calabazas talladas por Shachi daban un aire festivo y oscuro al ambiente. Pero pronto, entre risas y comentarios, todos notaron la ausencia de Rusu.

-Chicos, ¿alguien ha visto a Rusu hoy? -preguntó Bepo, mirando alrededor, y todos negaron.

-Vaya, pensé que sí, por eso no me había preocupado... -respondió Shachi.

-Yo también, no la he visto en todo el día, y cuando me la crucé esta mañana, estaba rara... -recordó Ikkaku, pensativa-. Apenas me saludó, y creo que intentaba evitarme.

-Es raro que no haya venido, pensé que le gustaría Halloween -comentó Penguin, frunciendo el ceño-. Ni siquiera ha venido a comer.

Law, que hasta ese momento había permanecido callado, escuchando las especulaciones de su tripulación, frunció el ceño, algo en su interior empezaba a alertarlo.

-Voy a ver qué le pasa -dijo finalmente, poniéndose de pie.

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Rusu se encontraba sola en la sala de entrenamiento, lanzando puñetazos al saco de arena que colgaba frente a ella. Por más que trataba de concentrarse en el ejercicio, no podía evitar la sensación de vacío que la envolvía. Era una inquietud difícil de entender, un nudo en su pecho que apretaba cada vez que el silencio se hacía presente. No quería pensar en lo que esa fecha significaba, ni en las memorias que cada año volvían a su mente con una intensidad que parecía desgarrarla. Así que continuó golpeando, esperando que el cansancio físico pudiera apagar aquello que hervía en su interior.
Sin embargo, cuando el dolor de sus nudillos empezó a intensificarse y el sudor empapaba su cuerpo, comprendió que nada de eso la haría olvidar, y que volvería a doler, siempre.

Con un suspiro, se dejó caer en el suelo de la sala de entrenamiento improvisada, sintiéndose completamente exhausta y vacía. No quería enfrentar el bullicio del comedor, ni las decoraciones de Halloween, que parecían recordarle la oscuridad que intentaba dejar atrás.

Fue en ese momento cuando escuchó un golpe en la puerta. Levantó la mirada, dudando en querer hablar con alguien hoy, pero finalmente se levantó y fue a abrir, encontrando la mirada serena del capitán.

-¿Qué pasa? -preguntó ella en voz baja, intentando no sonar incómoda.
Law la observó detenidamente, notando el cansancio y la melancolía que se asomaban en su mirada.