Capitulo 24

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/ ⁄ PERDICION PRESENTA

— — Capitulo veinticuatro: Harrenhal

— — Capitulo veinticuatro: Harrenhal

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Palabras: 1710

Advertencias: Mención de muerte, violación, asesinato, delincuencia. Molestia. Descubrimiento de un complot.

Comentarios míos: Uyy, al parecer ya tienen noticias y a Otto no le agrada esto 🤭 Disfruten, comenten y voten 😘


Desembarco del Rey

127 d.C

Ocho días.

Ocho días transcurrieron desde el secuestro de Gillye, Daeron y Joffrey; ocho días en donde no se supo nada de Lord Larys Strong; tres días en donde se encontró el cuerpo de los secuestradores; y tres días en donde Aemond se sentó en el Trono de Hierro como el príncipe regente. En tres días logró hacer muchas cosas en comparación con su madre y abuelo en esos años de poder que tenían.

Mientras las cartas fueron enviadas durante la noche a cada Señor feudal de Poniente, en Desembarco del Rey, Aemond puso los puntos importantes sobre la mesa notando una bastante decadencia en el reinado de su padre. Muertes, violaciones, asesinatos, peleas de niños, delincuencia y, la aparente falta de alimentos ¿El tesoro real? Mal gastado y con mucha tacañería.

Con ayuda de su sobrino Jacaerys, la Mano del Príncipe Regente, lograron dar con el tesoro real y las arcas. Todas escondidas al ojo de las personas y, con aparente mal uso. Su madre compro heráldica de la estrella de Siete Puntas ¿De que servía la heráldica de la Fe de los Siete en una Fortaleza de Dragones? Estas fueron por completo retiradas, para horror de su progenitora ¿De qué servía hacer todas las noches festines si la gente del pueblo moría de hambre y se mataba por un mísero pedazo de pan? Los festines fueron retirados y la comida repartida en un comedor público para toda la población.

Jace había tenido la idea de hacer comedores públicos, orfanatos y escuelas para los niños y niñas que vivían en las calles. Aemond estuvo de acuerdo con esa idea, ya que durante el tiempo que estuvo yendo a casa de Gillye notó las condiciones precarias en que sobrevivían los niños. Incluso vio algunos muertos ¿Y la guardia? Brillaba en su ausencia.

—Perfecto, pero primero enviare a Daemon y sus capas doradas a limpiar las calles —comentó.

Jace y él estaban en uno de los muros que daban vista a la ciudad. Guardias estaban en sus puntas y cada cierto metro. Cuidaban de que nadie estuviera atacando la ciudad o el puerto. Pero no se encontraban a solas. Su abuelo estaba parado a su lado.

—En mi opinión... —Intento decir el hombre.

—No requiero tu opinión, Otto —interrumpió. El hombre le dio una mirada seria—. No sé si tienes una capacidad de entendimiento bajo que el resto, pero te ordené que abandonaras Desembarco del Rey hacía tres días ¿Qué haces aun aquí? Tus opiniones dejaron el reino desprotegido, con más muertes que gente viva. Tome un reino destruido y lo estoy limpiando, ¿Qué hacías tu durante el reinado de padre? Absolutamente nada, solo intentar buscar la oportunidad de jugar tus cartas para un deseo ambicioso que ya no lograras cumplir. Retírate, ahora.

𝐏𝐄𝐑𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎𝐍 (Aemond Targaryen) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora