❝ 'Te veo' no es solo una promesa. Es saber que, sin ti, mi alma vagaría perdida, porque sin ti, incluso Pandora perdería su luz. ❞
-No puedo evitarlo. Eres lo más importante para mí y... no soporto la idea de perderte o que alguien más intente acer...
En el vasto mundo de Pandora, donde los árboles brillan y las criaturas danzan al ritmo de la vida, existía una familia respetada y poderosa: los Virtanen. Desde generaciones atrás, los Virtanen habían sido conocidos no solo por su destreza en batalla, sino también por su profunda conexión con Eywa. En Pandora, el planeta donde todo estaba conectado a través de la energía de Eywa, existía una historia perdida entre los cantos de los Na'vi. Una leyenda que hablaba de una mujer, Violet.
Cuando Jake Sully llegó por primera vez al planeta, Violet apenas era una adolensente y quedó fascinada con los humanos, los observaba desde las sombras de la selva. Desde el primer encuentro entre ambos, forjaron un vínculo profundo. Mientras Jake comenzaba a descubrir las maravillas del planeta, Violet ya era una figura clave, buscando formas de proteger la biosfera de Pandora. Ellos, tan diferentes, parecían desentonar con la armonía del mundo que ella amaba, pero había algo en Jake, algo que la intrigaba profundamente.
Fue en una de las misiones más peligrosas, cuando los humanos intentaban destruir el Árbol de las Almas, que Violet tomó una decisión que cambió el destino de Pandora para siempre: sacrificó su vida para salvar a Jake y a los Na'vi de una devastadora ofensiva humana. Jake vio cómo Violet caía bajo el fuego enemigo, y su grito resonó en toda la selva.
Eywa, la energía que conecta todo lo vivo, sintió la pérdida de su hija amada. Su sacrificio y espíritu fue acogido como parte de ella, convirtiéndose en un símbolo sagrado entre los Na'vi. Todos en Pandora lloraron su pérdida, no solo su familia, sino todos los clanes que habían sentido su bondad y sabiduría. Sin embargo, la muerte no era el final para ella.
Años después, cuando Jake Sully se convirtió en Toruk Makto, guiando a los Na'vi hacia la victoria contra los invasores humanos y comenzó su vida junto a Neytiri, tuvieron a su primer hijo, Neteyam. Lo que pocos sabían es que Eywa obró un milagro. Un año después del nacimiento de Neteyam, el primogénito de Jake y Neytiri, nació una niña Na'vi, Violet había regresado.
Nació entre las raíces del Árbol de las Almas, un misterio que nadie podía explicar. Su piel brillaba ligeramente bajo la luz bioluminiscente de la selva, y su conexión con Eywa era diferente, casi divina. El aire mismo pareció detenerse cuando los ancianos la encontraron, rodeada de una luz suave y cálida. Los sabios Na'vi dijeron que era una bendición de Eywa, pero los más cercanos a Jake sabían algo más profundo: esta niña era Violet renacida, regresada a Pandora, una segunda oportunidad para vivir en el mundo que había protegido.
—Esta niña... es un milagro de Eywa —murmuraron los ancianos.
—No es solo un milagro, es ella... ha vuelto —susurró Jake en lo más profundo de su ser, sintiendo un reconocimiento inmediato.
