0.

53 15 0
                                    

La brisa helada después de la llovizna calaba sus huesos, aquellos huesos envueltos en delgada piel con poca grasa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La brisa helada después de la llovizna calaba sus huesos, aquellos huesos envueltos en delgada piel con poca grasa.

Sus brazos se aferraba sin daño alguno al pequeño ser sobre ellos, mientras sus ojos brillaban ante tal desastre cerca de él.

La lluvia había apagado en su mayoría el fuego de la madera de lo que algún día considero su hogar. De aquel lugar donde decía ser su casa, su familia. Había sido traicionado de la peor manera por una persona que juraba ser un ángel para él. 

Su nariz se sacudió ante el fuerte olor a madera quemada y sangre, piel y huesos. Su cuerpo ardía tan horriblemente que le costaba muchísimo seguir arrastrándose por el espeso bosque, pero la necesidad de salvar a su última cría no daba paso al cansancio y agotamiento, mordiéndose los labios siguió caminando lejos de aquel desastre, derramando lagrima tras lagrima y arrullando levemente a lo que se movía en sus brazos.

Dio una última mirada hacia atrás y avanzo.

Podía sentir la carne quemada en sus talones y brazos, pero poco le importaba ya, solo necesitaba huir de allí. Arranco la poca ropa que llevaba puesta y procuro envolver bien a su cría entre aquellos trapos, no podría perderlo, no a otro más, no al último.

Corrió y corrió hasta que finalmente llego más lejos de donde venia, podía ver el humo lejano de su cabaña, bastante lejos para que su mente por fin tuviera lucidez.

Miro frenético a todos lados, buscando señales de refugio, algún hueco en algun lado o una cueva donde entrar. Jadeando agradecido por fin encontró una pequeña cueva, arrastrando sus pies entro a la estrecha cueva, reducido para él pero perfecta para poder dejar al pequeño cachorro estirarse. El no podía cambiar de forma para reducir su tamaño, como pudo encontro la forma de poder entrar en aquella cueva y acurrucarse sobre su bebé.

—Lo siento tanto bebé.

Susurro con un dolor horrible en su corazón, acercando más al pequeño contra su pecho, brindándole todo el calor que se pudiera dar y cerró sus ojos, siendo el leve lloriqueo de su cachorro lo último que oyó.

me gusta sufrir lol Xxx

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

me gusta sufrir lol
Xxx.

Memories and ashes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora