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Telemaco había estado con mayor estrés los últimos días, los hombres que pretendían a su madre aumentaban sus esfuerzos. Confiaba en su madre pero no podía evitar llenarse de angustia al pensar en que, si su padre había muerto en el mar, uno de esos muchos sería el sucesor... Y si no cuidaban ahora lo que pertenecia a Ítaca, menos lo harían cuando les perteneciera. A media noche, el joven se puso de pie, dejando su cama. Observo por un momento su reflejo en el espejo y luego volvió su mirada a la luna. Soltó el aire que ni sabía que estaba conteniendo y salió de la habitación dejando la puerta cerrada con llave para evitar que Argos saliera, temía por él cuando se acercaba a aquellos hombres. Suspiró bajando las escaleras a la sala donde varios de los pretendientes dormían en el suelo sobre cueros de oveja o alguna otra cosa. Telemaco se deslizó entre ellos hasta llegar a la salida. Abrió la puerta y sus ojos se encontraron con el cuerpo de un hombre fornido frente a él. Elevó los ojos y supo de inmediato quien era. Su expresión se endureció retrocediendo en el acto.

— Acaso los ratones se comieron tu lengua, muchacho?~  — Canturreó Antino con burla. Telemaco quiso dar media vuelta sin responder pero su cuerpo no le respondió, en su lugar, elevó la voz.

— Cuida como hablas, Antino. Ser un huésped nunca fue y nunca será una excusa para tus groserías

El mayor se sorprendió por la respuesta del príncipe, pocas veces lo veía alzar la voz para defenderse. Sonrió e hizo una reverencia exagerada con burla.

— Entonces discúlpeme, príncipe mío~

Telemaco comprendió la burla pero ya no dijo más, dió media vuelta dispuesto a irse pero solo alcanzó a dar dos pasos cuando el moreno tomó su muñeca con brusquedad haciéndole soltar un quejido de dolor.

— Creo que alguien me debe una disculpa — Exclama dispuesto a despertar a los demás. Sin embargo, Telemaco se suelta del agarre y se aleja lo más rápido que puede, apenas llega al pasillo cuando siente como su cuerpo es golpeado contra los muros del palacio y una mano toma su barbilla con fuerza.

— Tus insolencias me hierven la sangre, principito. Más te vale disculpar o—

— O QUE?! — Pregunta Telemaco dispuesto a pelear pese a estar aprisionado.

— .... Al fin sacaste las garras? — Murmura bajo el mayor acercándose y uniendo sus labios con los del príncipe. Telemaco pone ambas manos en los hombros del contrario sin comprender que estaba pasando. Es segundos después cuando lo aleja de un empujón y una mordida en el labio inferior.

— No te vuelvas a acercar a mi — Murmura antes de irse por el pasillo de vuelta a su habitación, renunciando a salir por completo. Estaba aún confundido. Antino, en cambio, sonrió detrás de él y se limpió la sangre de los labios.

— Quien diría que el hijo es mejor que la madre?

Y se pierde en los pasillos dispuesto a volver a intentar.

[ Después de Legendary y Well be fine ]

Telemaco estaba mirando por el balcón hacia el mar, tenía la esperanza de ver la vela de un barco de Itaca para bajar corriendo y guiar a su padre para castigar a los intrusos. Pero sabía que era improbable. Con el paso de los años se había resignado a que aquello solo fuera una imaginación suya. Suspiró con pesadez, no había tenido tiempo para pensar en los acontecimientos recientes, antes de la pequeña pelea con Antino había pensado ingenuamente, que tal vez no era tan mala persona. Si lo era. Aún le dolían las mejillas por los golpes y juraba que lo había hecho a propósito para humillarlo. Toma un poco de agua y se lava la cara para quitarse los pensamientos intrusivos en su mente. Sería fácil coger un cuch1ll0 de noche y clavarselo en el cu3ll0. Pero no quería que Ítaca se levantara en una innecesaria revolución. Salió de su habitación volviendo a cerrar la puerta con llave y caminó por los pasillos, sentía las miradas sobre él... No era tonto. Veía ese brillo de burla en ojos de personas que no le importaban, pero le dolía en el orgullo. Suspiró pesadamente saliendo del palacio, aún era temprano así que se distrajo mirando alguna que otra cosa que ofrecían por ahí. Todo iba bien... Hasta que sintió una presencia aplastante tras él, no era necesario voltear. Sabía quién era.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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