▪︎ La familia Bondoni era regida por el abuelo José Uberto Bondoni, un Alfa poderoso, arrogante, altivo y creía en la supremacía del alfa.
▪︎Su único hijo Uberto Bondoni, quién debió casarse por conveniencia y fué padre de Joaquín Bondoni, el único...
Último día en familia y pasó demasiado rápido para ambos.
Ya tenía todo listo en su camioneta y los cachorros dormían bajo un árbol.
"Hey... Vamos a volver otro fin de semana, después de su cumpleaños para estar todos juntos"
"Lo sé. Voy a extrañarlos"
"También nosotros, pero estamos bien y ahora ya no habrá problemas con nuestras cartas..." - Lo abraza.
"Sé que volverás al trabajo, pero no quiero que te esfuerces ni te encierres... Tómalo con calma, ¿si?"
"Sí, ya lo entendí... Las cosas están bien y dejaré que se hagan día a día"
"Hueles delicioso"
"También tú... El celo está cerca y sé que es doloroso, ten cuidado"
"No te preocupes por mí, aquí me encierran y no dejan que nadie se me acerque"
"Sólo 8 meses... Ya falta poco"
"Joaquín, hay algo más... Sé que estás buscando casa, pero tengo una enorme y con patio... Es a unas cuadras de la mansión de Diego y me encantaría que estuvieran ahí"
"Lo sé... Nikolás lo mencionó, así que voy a ir a verla en unos días, y prometo escribirte si nos mudamos"
"No voy a dormir hoy... ¿A quién voy a abrazar? Ni siquiera con tu ropa vá a ser lo mismo"
Se abrazan y se mantienen unidos. El omega acaricia su pelo y deja besitos en su cuello.
"Volveré para el cumpleaños de los cachorros y creo que después de eso, el trabajo íntegro de la obra queda a manos de Nikolás y no necesitará que esté esperando a los fiscalizadores... Si es así, vendré más seguido"
"No escuché nada de lo que dijiste, pero si vas a volver soy feliz" se ríe.
"Calma tu corazón alfa... No es un adiós y siempre volveré a tus brazos"
"No quiero soltarte, no puedo..."
"Ayúdame con nuestros bebés y será más fácil"
Se sueltan lentamente y suben a los pequeños a la camioneta. Al cerrar la puerta Emilio está con los ojos fijos en él, y no se mueve.
Joaquín toma aire y se acerca para darle un beso rápido y fuerte que los hace estremecerse y se suelta para subir y arrancar.
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Y el segundo cumpleaños llegó.
Ésta vez el abuelo George recibía más gente, y se mostraba muy feliz.
